Mauritania ofrece a España una alianza
El presidente africano llega a Madrid para potenciar la cooperación en torno al petróleo, el gas, el turismo y la cultura
El jefe de Estado de Mauritania, coronel Ely uld Mohamed Vall, inicia hoy su primera visita oficial a España. Durante dos días, se entrevistará con el Rey, el presidente del Gobierno, varios ministros y gran número de empresarios. En su cartera trae una propuesta de alianza estratégica para ampliar la participación de las empresas españolas en el negocio del petróleo y el gas, a cambio de inversiones y asesoramiento para iniciar el desarrollo turístico de su país y ayudas para la cultura, según han informado fuentes oficiales del país africano.
Hasta comienzos de año, las relaciones entre España y Mauritania se limitaban a la pesca y al comercio con Canarias. Pero la avalancha de cayucos llegada al archipiélago desde enero elevó su rango a un nivel político cada vez más intenso. Paralelamente, los yacimientos petrolíferos de Chinguetti, 50 kilómetros al oeste de Nuakchot, en los que participa la empresa Repsol, comenzaron a producir 75.000 barriles diarios, cifra que en poco tiempo puede elevarse a 300.000. Organismos internacionales calculan que, a corto plazo, Mauritania podrá contar con una renta petrolífera anual superior a los 1.500 millones de dólares. El potencial exportable asciende a 1.000 millones de barriles, a los que hay que añadir 30.000 millones de metros cúbicos de gas natural.
Los ingresos previstos son la gran oportunidad para el desarrollo de un país desértico cuya superficie dobla a la española y que está habitado por sólo tres millones de personas censadas -a las que hay que añadir al menos un millón más de inmigrantes subsaharianos, la mayoría con el objetivo de llegar a Europa-. Apenas hay aceras, hoteles o carreteras. La esperanza de vida ronda los 52,5 años y la tasa de mortalidad infantil asciende al 96,7 por mil.
Mauritania, que fue colonia francesa y accedió a la independencia en 1960, encajó su último golpe de Estado el 3 de agosto del año pasado. Desde entonces, el país está gobernado por una junta militar comprometida en un proceso democratizador que, por el momento, cuenta con el respaldo mayoritario de la sociedad y ha ido cumpliendo todos sus compromisos.
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