Candidato doble
En las últimas semanas observo, absorto, el poco respeto que desde el Partido Aragonés demuestran hacia los electores y ciudadanos.
Desde un punto de vista estrictamente ético y democrático, no parece muy normal que el señor Biel (presidente del Partido Aragonés) se presente a la vez para dos puestos que requieren de la confianza del electorado, alcaldía de Zaragoza y presidencia del Gobierno aragonés. ¿Qué ocurre si es elegido para realizar su actividad política en las Cortes aragonesas y también, y de manera coincidente, para el Ayuntamiento de Zaragoza?
Si el señor Biel se decanta por la política en la Diputación General de Aragón, ¿qué ocurre con los ciudadanos que puedan darle su voto en las elecciones municipales?, ¿les han tomado el pelo?, ¿los han utilizado como mercancía?, ¿se han reído de ellos? Reflexionemos y seamos consecuentes; el voto del ciudadano es algo más que un papel que introducimos cada cuatro años en una urna. Un poco de ética y coherencia política.
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