"Puedo ser el mejor del mundo"
El Madrid comenzó a jugar bien hace diez días, contra el Steaua en Liga de Campeones. Esa noche el técnico Fabio Capello incluyó a Robson de Souza, Robinho (Brasil; 1984), entre los once titulares por primera vez. Hoy el Madrid es un equipo más optimista. Robinho, sin embargo, se muestra cauto. Prudente para no herir susceptibilidades y al mismo tiempo convencido de su poder: el regate.
Pregunta. A usted en Brasil le tienen adoración. Lo consideran un genio. Sin embargo, aquí en el Madrid, cuando Capello lo dejó en el banquillo aceptó su condición sin rechistar. ¿No se sintió maltratado?
Respuesta. Yo tengo la cabeza tranquila porque sé de mis cualidades y de mi fútbol. Soy un chaval. Tengo 22 años y mucho que aprender. Tengo que tener humildad. Pero sé que si me entreno fuerte y sigo mejorando a este paso puedo ser el mejor del mundo. Lucharé para que eso suceda.
"Aquí cuando pierdo un balón tengo que volver para marcar. Pero con balón mi juego es el mismo que en Brasil. Así llegué al Madrid y así seguiré"
"Si trabajara con pesas perdería mi regate. Me pondría más fuerte, y cuanto más fuerte, más rígido. No tendría tanta velocidad"
P. Emerson Leao decía que para usted el éxtasis no era el gol sino driblar contrarios.
R. Cuando empecé a jugar era así. Pero ahora soy más maduro. Leao me entrenó con 17 años. Hoy sé que es más importante el gol. Aunque mi regate es más eficaz que mi disparo a puerta. Tengo que trabajar más para mejorar la finalización.
P. ¿Y en su interior no sigue disfrutando del engaño?
R. No, el gol se queda marcado. Me gusta el regate y es lo que sé hacer, pero un gol es un gol. La gente vibra con los goles.
P. La temporada pasada el único que lo superó en goles de jugada fue Ronaldo: él 14 y usted ocho. Sin penaltis.
R. No soy de tirar penaltis. En el Santos tiraba porque me lo pedían. Pero creo que este año voy a hacer más goles. Depende de mi adaptación. Mi primer año fue difícil. Creo que a partir de ahora estaré mejor.
P. El año pasado hubo compañeros que se quejaron de que usted regateaba en exceso.
R. Mis compañeros no me han dicho nada. Tengo confianza total en ellos. Lo que me dicen es que siempre tengo que driblar mirando la portería. Los entrenadores tampoco me dicen nada. Capello sólo me dice que tengo que hacer lo que hacía siempre, lo mismo que en Brasil pero con responsabilidad.
P. ¿En qué se diferencia la responsabilidad en Brasil de la responsabilidad en España?
R. Aquí cambia el marcaje. Hay que defender más fuerte. Cuando pierdes un balón tienes que volver para marcar en tu zona. Pero con balón no tengo que cambiar. Tengo que hacer lo que sé: regatear y hacer jugadas con velocidad. Ese es mi estilo y nunca lo tengo que cambiar. Es lo que me llevó al máximo nivel. Así llegué al Madrid y así quiero seguir.
P. Capello dice que le gusta Raúl porque juega sin balón. ¿Qué significa eso para usted?
R. Marcar fuerte, luchar. A él le gusta que luches mucho, no sólo que juegues. Porque al fútbol hoy en día no sólo se gana con calidad. Por eso Capello me dice que tengo que volver para intentar recuperar con la máxima intensidad.
P. ¿No es injusto que a los delanteros les exijan hacer el trabajo de la defensa y no al revés?
R. Si el equipo está bien posicionado, si pierdes un balón siempre habrá un compañero que podrá recuperarlo. Si estás bien físicamente seguro que tendrás ganas de bajar. Ser delantero es más difícil que tener un trabajo sólo defensivo porque tienes que estar en los dos campos. Para eso te preparas físicamente.
P. ¿Le han pedido que gane músculo?
R. Cuando empecé en el Santos la gente decía que tenía calidad pero que tenía que entrenar la fuerza porque me pegaban muchas patadas. Yo nunca hacía entrenamientos específicos porque tenía partidos dos veces por semana y no había tiempo. Ahora que llegué a Europa me veo más fuerte y no me voy tanto al suelo cuando choco, como me ocurría en Brasil.
P. ¿Hace pesas?
R. No mucho. No me dejan porque creo que perdería mi velocidad, mi agilidad y mi regate. Si trabajara con pesas me pondría más fuerte, y cuanto más fuerte, más rígido. Así no tendría tanta velocidad.
P. Capello tiene un estilo que se opone al suyo. ¿No le incomodó saber que lo entrenaría?
R. Nunca, porque Emerson me dijo que Capello era un ganador, que con él ganaría títulos, y que era muy buena persona. Además, yo siempre tuve una relación óptima con todos los entrenadores. Nunca me he peleado con nadie.
P. El fútbol que practica el Barça parece más en sintonía con la forma de jugar brasileña. ¿No siente que en un equipo más alegre en ataque se integraría mejor?
R. No es una cuestión de alegría sino de jugar bien. Ellos están más acoplados, hace mucho tiempo que juegan juntos y si no juegan los mismos es igual porque comparten el mismo estilo. Eso te da confianza. Creo que si el Madrid sigue acoplándose como hasta ahora, con más horas de competición y entrenamiento, llegaremos a jugar mejor o igual que el Barça.
P. ¿En Europa qué defensa lo anuló mejor?
R. En Europa no te hacen marcaje individual y no he sufrido tanto como una vez en Brasil. Hubo un defensa que no me dejó tocar la pelota. Pero no recuerdo su nombre. En Europa no tienes que cuidarte de los defensas sino de las zonas donde se colocan. Para evitarlo me gusta estar en continuo movimiento, por la izquierda, por la derecha, por el medio... Cuanto más me mueva más dificultades van a tener los defensas.
P. Usted con Ronaldo tiene una complicidad especial. ¿Cómo lo consigue?
R. Ronaldo es muy inteligente. Hemos jugado fútbol sala y la mayoría de los movimientos que hace yo sé que los va a hacer antes de que empiece. Corre siempre en diagonal para llegar de cara a la portería. Cuando él está en el campo, los compañeros que cogen la pelota atrás tienen que estar muy atentos porque Ronie siempre tirará la diagonal para que le des el balón.
P. Dice Capello que le gustaría que sus jugadores se reunieran más fuera del campo. ¿No le extraña que el vestuario del Madrid haga tan poca vida en común?
R. Ahora estamos empezando a juntarnos. El otro día fuimos al cumpleaños de Míchel y seguramente que eso da más unión. Lo que pasa es que algunos jugadores están casados y otros no. Por eso unos salen y otros no.
P. ¿Le costó más adaptarse al juego o al vestuario?
R. Todos los compañeros siempre me trataron muy bien. El frío, el campo mojado, la velocidad del balón, sí me pusieron dificultades. En Europa el balón viene muy fuerte y para controlarlo hay que poner el cuerpo de otra manera. En Brasil se juega con los campos secos, y son muy malos. La pelota va lenta, los controles son más fáciles, pero a los defensas les da tiempo a colocarse.
P. Romario decía que si llegaba a jugar el 60% de lo que jugó él, usted sería un grande.
R. ¡Ya lo sé! Pero yo no quiero ser como Romario y nunca seré como él. Lo único que quiero hacer es divertirme y triunfar en el Madrid. Ya mucha gente me comparó con Romario, Pelé... ¡Yo soy Robinho! No quiero que me comparen.
P. ¿Cómo es su relación con Raúl?
R. Cada partido mejor. No jugábamos juntos y no nos conocíamos tanto. El año pasado coincidíamos de vez en cuando pero él a veces jugaba de delantero, a veces de media punta y... así es complicado. Si nos ponen a cada uno en un sitio y nos dejan ahí lo haremos mejor cada día. Ahora le veo muy bien físicamente. En el partido contra el Barça corrió mucho.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.