La mayoría de coches nuevos no reduce las emisiones de CO2 al ritmo prometido

Cuanta más gasolina utiliza un coche, más dióxido de carbono (CO2) libera a la atmósfera. Mejorar la eficiencia del consumo de combustible de los coches es, por esta razón, una de las piezas clave para combatir los efectos del cambio climático. La Asociación Europea de Fabricantes de Automóvil se comprometió con la Unión Europea en 1998 a reducir gradualmente las emisiones de CO2 en los vehículos de nueva fabricación, de forma que en 2008 no se superaran los 140 gramos por kilómetro y, a partir de 2012, los 120 gramos.

Pero la mayor parte de las empresas están lejos de alcanzarlo, según un informe hecho público ayer y elaborado por la Federación Europea para el Transporte y el Medio Ambiente (T&E, en sus siglas en inglés). Quince de las veinte mayores compañías que vendieron coches en Europa el año pasado no siguen el ritmo necesario para llegar a cumplir sus compromisos en 2008.

Suspenden, entre otras, Nissan, Suzuki, Mazda, Audi, Volvo, BMW y Volkswagen -la mayor empresa europea de coches atendiendo al nivel de ventas- , que han reducido sus emisiones en menos de la mitad de la tasa necesaria. Fiat, Citroën, Renault, Ford y Peugeot, sin embargo, van por buen camino, según el informe. Para cumplir con lo exigido, las empresas tendrán que mejorar el aprovechamiento del combustible a un ritmo tres o cuatro veces mayor del seguido hasta ahora.

La cuota de las emisiones totales de CO2 debidas al sector del transporte en la Unión Europea era del 21% en 1990 y del 28% en 2004. De la mitad, aproximadamente, son responsables los vehículos de pasajeros y las camionetas.