La asignatura pendiente de la precariedad laboral
La tasa de temporalidad -el número de contratos temporales con relación a los totales- de la economía sigue estancada por encima del 25% -concretamente, en el 26,8%- y en la última legislatura ha crecido un punto por año. "Es uno de los principales problemas de la economía catalana", asegura Martí Parellada, economista de la Universidad de Barcelona (UB). Y pese a que está claramente por debajo de la media española (34,4%), duplica las cifras europeas: en la Unión Europea, sólo uno de cada siete contratos es temporal (el 13,2%), frente a uno de cada cuatro en Cataluña.
Éste ha sido precisamente uno de los toques de atención más recurrentes de Bruselas a la economía española y, por ende, la catalana. A pesar de todo, ha habido épocas peores: entre 1990 y 1995, tanto el conjunto de España como Cataluña registraban tasas de temporalidad de en torno al 35%.
La demanda de una mayor estabilidad es una constante de los sindicatos. "Para reducir la temporalidad hace falta un buen marco normativo, pero también la voluntad de las patronales", según Manel García Biel, portavoz de CC OO.
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