CiU habla de pactos para evitar una imagen de aislamiento

El candidato de Convergència i Unió a la Generalitat, Artur Mas, quiso ayer romper la imagen de soledad política visualizada en el debate del pasado viernes, en TV-3, con cuatro de sus rivales. Por eso abrió la puerta a pactar puntualmente con otras formaciones, en especial con el PSC o con Esquerra, en caso de ganar las elecciones del 1-N.

El principal objetivo de los nacionalistas es, con todo, evitar que sumen mayoría las tres formaciones que en 2003 constituyeron el tripartito y, a partir de ahí, conseguir pactos puntuales. Eso incluye al PP, pero con más reparos. En este sentido, Mas aseguró que su negativa a establecer una alianza "estable" con los populares incluye también la aprobación de los presupuestos. "Los presupuestos son el tema más importante de cada año. Quien aprueba los presupuestos con una formación concreta de una forma sistemática está haciendo un pacto estable de Gobierno", sostuvo Mas en una conferencia de prensa celebrada en la Agencia Catalana de Noticias.

"CiU no es una formación política aislada, porque estando en la oposición hemos hecho los grandes pactos por Cataluña y además con un Gobierno del PSOE", manifestó el líder nacionalista. Sobre la posibilidad de intensificar su colaboración con el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, es decir, que CiU tenga por primera vez ministros en Madrid, Artur Mas negó esta posibilidad aunque un hipotético tripartito llevara a la federación nacionalista de nuevo a la oposición.

En cambio, si CiU perdiese las elecciones, Mas no vería ningún impedimento para colaborar con los socialistas en el Congreso. "No nos pueden poner la zancadilla y después invitarnos y pedirnos que nos impliquemos en la gobernabilidad del Estado", remachó.