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Moratinos viaja a Guinea para lograr una mejor relación bilateral

Miguel Ángel Moratinos llegó anoche a Malabo para iniciar hoy una visita que pretende marcar el vuelco decisivo en la mejora de las relaciones entre España y Guinea Ecuatorial que se viene buscando desde hace una década, con escaso éxito. La visita del ministro de Asuntos Exteriores es excepcional por dos motivos: la composición de la delegación, que incluye también al ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, y a media docena de empresarios, y porque se van a alcanzar pactos.

Si se exceptúa el acuerdo de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones firmado por el Gobierno del PP hace tres años, Madrid y Malabo no habían formalizado ningún compromiso importante desde el Tratado de Amistad y Cooperación de 1980, que cumple ahora 26 años. Tampoco había viajado a Guinea una delegación española del nivel de la de hoy desde que Felipe González realizara el último viaje presidencial, en 1991.

La presencia de López Aguilar junto a Moratinos responde a que los acuerdos que se van a firmar son de cooperación jurídica y servirán, entre otras cosas, para formar jueces guineanos y dar solidez institucional a una Administración de Justicia muy deficiente. Las carencias de ese aparato explican la negativa española a atender la demanda guineana de extradición del opositor Severo Moto, que ha sido privado de la condición de refugiado en España tras apreciarse indicios de su presunta participación en el golpe de Estado fallido contra el presidente Teodoro Obiang Nguema en marzo de 2004.

Interés económico

La delegación empresarial refleja, en cambio, el interés económico que España otorga a la ex colonia, ahora que lleva camino de convertirse en el segundo país productor de petróleo del continente africano. Los empresarios que viajaron anoche a Malabo -entre ellos el presidente de Repsol, Antoni Brufau; el de Isolux, Luis Delso; José Ramón Fontán, representante de 220 asociaciones pesqueras, y directivos de Unión Fenosa y el BBVA- operan en los sectores energético, agroalimentario, pesquero y de turismo. Está previsto que el presidente Obiang reciba hoy a los representantes del sector privado y a los ministros.

La visita carece, por todo ello, de precedentes en las difíciles relaciones que España ha mantenido con su ex colonia desde la independencia, en 1968.

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Miguel Ángel Moratinos viajó a Malabo en febrero de 2005, retomando un diálogo de alto nivel que desemboca en la visita de hoy. Para ello, hubo de dar garantías públicas de que España no tolerará en su territorio ninguna actividad conspirativa contra el régimen guineano. Moratinos pretende reorientar la cooperación actual, reducida a la enseñanza y la sanidad, ahora que la riqueza real de Guinea permite a sus autoridades hacerse cargo de esos servicios básicos.

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