La policía detiene a 15 'pincharruedas' que robaban a conductores extranjeros
Los ladrones actuaban en las vías de entrada y salida de Barcelona
Los Mossos d'Esquadra han detenido a 15 personas pertenecientes a una banda que se dedicaba a robar en Barcelona a conductores de turismos extranjeros. Los pincharruedas, en su mayoría jóvenes argelinos, perseguían a un coche en moto y rajaban uno de los neumáticos traseros. Después alertaban al conductor de tal circunstancia y sus cómplices aprovechaban para entrar en el vehículo y sustraer objetos de valor y dinero.
De los 15 pincharruedas arrestados, uno ingresó en prisión por orden del juez y el resto quedó en libertad con cargos. La policía autonómica les atribuye 110 delitos entre hurtos, daños y robos con violencia. El jefe del área regional de investigación de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, explicó ayer que la operación supone un duro golpe a este tipo de robos, que, precisó, son los que más preocupan a la ciudadanía. De hecho, el Grupo de Multirreincidentes inició la investigación en el pasado mes de mayo por dos razones: el elevado número de delitos de este tipo cometidos en Barcelona y la escasa repercusión de la actuación policial. Al atribuir apenas un delito en cada actuación, "quedaban en libertad y volvían a delinquir", aseguró Trapero.
Los presuntos ladrones actuaban sobre todo en las grandes vías de entrada y salida de la capital; la calle de Aragó, la avenida Meridiana y la avenida Diagonal les permitían una huida fácil y rápida. Actuaban en grupos de tres o cuatro personas, de forma totalmente coordinada. A lomos de un ciclomotor, la primera pareja se acercaba a un vehículo propicio: generalmente, uno con matrícula extranjera o bien ocupado por mujeres o ancianos. Aprovechando un semáforo en rojo, el conductor sacaba una navaja -o utilizaba un punzón colocado en el zapato- y pinchaba una ruedas. De ahí el nombre de su actividad delictiva.
Dinero y objetos de valor
A partir de ahí, el modus operandi es sencillo y, como otros engaños, está basado en la ingenuidad y la buena fe de algunas personas. Los motoristas avanzaban al vehículo y avisaban a los ocupantes, con gestos y gritos, de que tenían una rueda pinchada. Incluso se ofrecían a ayudarles. Su objetivo: que el coche se detuviera. En ese momento, mientras los pincharruedas jugaban al despiste y las víctimas se apeaban del coche para cambiar la rueda, ora pareja aparecía para abrir la puerta del vehículo y llevarse cualquier tipo de pertenencia. "Se llevaban una cartera con dinero, y a veces objetos de valor", señaló Trapero.
Los 15 detenidos -11 argelinos, un marroquí, un iraquí, un libio y una española- tomaban sus precauciones para no ser descubiertos por los mossos. Por ejemplo, casi nunca se quitaban el casco. Incluso, en algún seguimiento efectuado por la policía se ha visto cómo "entraban y salían de casa con el casco puesto". Aunque cada grupo actuaba por su cuenta, estaban en contacto e incluso se prestaban los ciclomotores. El barrio de la Barceloneta, en Ciutat Vella, era el lugar de encuentro y de residencia de 13 de ellos. Los otros dos fueron detenidos en Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès). La media de edad de los detenidos -algunos con antecedentes y otros en situación irregular- es de 30 años.
La llamada Operación aire, en la que han participado 60 agentes, no se da por terminada y los Mossos creen que se producirán nuevas detenciones. Trapero dijo que aún hay grupos actuando en la ciudad, aunque señaló que el núcleo duro de los pincharruedas ya ha sido desarticulado. El jefe de investigación agregó que los Mossos solicitaron efectuar un registro en el domicilio de los detenidos, pero el juez denegó la autorización.
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