El "todos y todas" de cada campaña dánosle hoy
Como en cada campaña electoral, es el momento de comprobar el grado de corrección política de nuestros líderes. Ya saben ustedes que el buen candidato (ya sea de izquierdas o de derechas, ya busque el voto del mileurista o del diezmileurista) está obligado fundamentalmente a una cosa: a ser pelota con la mujer. Y esto -aparte de las clásicas promesas de paridad en todas partes, incluidos los matrimonios homosexuales- se concreta en una cosa. En empezar los discursos con el consabido "bon dia a tots i a totes".
Claro que hacer la pelota no tiene nada que ver con trabajar por la igualdad. Lo explican muy bien los miembros del Grupo de Antropología Lingüística de la Universidad de Barcelona, en un imprescindible artículo publicado en la Revista d'Igualada, que creo que deberían leer todos los políticos (y políticas). En él, se nos hacen sensatas propuestas que "no tienen nada que ver con el sexismo, sólo con la lengua". Dicen: "No podremos presumir de que un empresario sea sexista siempre que ofrezca trabajo a ingenieros e ingenieras, a pesar de que las ingenieras cobren menos. En cambio, señalaremos sin piedad al que sólo quiera ingenieros y que pague lo mismo sea cual sea el sexo de la persona que haga el trabajo".
Veamos. En la pasada campaña electoral, los de Iniciativa Verds fueron los más persistentes con la corrección, pero los otros no se quedaron atrás. Los programas electorales eran imposibles de leer. Estaban llenos de "tots i totes i assistents i assistentes". Supongo que cuando estos políticos viajan en avión esperan que les salude "el sobrecargo o la sobrecarga". No me planteo qué pasaría si el saludo fuese en catalán porque es ciencia ficción. Si no lo fuera, les saludarían "el pilot o la pilota").
Pero en esta campaña se han relajado. La mayoría empieza los textos de sus webs o de sus folletos con un "tots i totes", aunque luego se les olvida la coherencia (són políticos...). Así, los de Iniciativa se atreven -no sé si por descuido o voluntad- a hablarnos, en su web, de pisos para "adjudicatarios", y no para "adjudicatarios y adjudicatarias". Artur Mas en la suya no deja de duplicar todo lo que puede, pero, en cambio, nos propone el "contracte amb els catalans" y no el "contracte amb els i catalans i les catalanes". Los del PP hablan del "lloguer obert a tots", cosa que casi no me puedo creer.
Los de Esquerra cuentan con una "Secretaria de la dona" que, entre otros actos, nos propone un encuentro en "El cafè de la dona". Allí se lleva a cabo -también leo en la web- una conferencia sobre anorexia y bulimia "animada pel psiquiatra (sic) Jean Pierre Garcia". Es curioso pensar que psiquiatra, terminado en a, debe de ser femenino, mientras que psiquiatre, terminado en e, es masculino. Es una feminización involuntaria que aplaudo. Pero, sin duda, los del PSC son los más oscilantes. Empiezan de una manera y terminan de otra. En su web informan sobre una charla-debate llamada Diferències fonamentals entre la dreta i l'esquerra, en la que "38 companys i companyes" debatieron a fondo sobre las señales del socialismo. En cambio, unas líneas más adelante, nos hablan de "els participants" y no de "els i les participants". Porque ya comprendo que "participants i participantes" sería demasiado cómico. Mi abuelo siempre le decía a mi abuela: "Mira que ets dominanta...!". El hombre no sabía qué carrerón político estaba desperdiciando.
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