Bruselas admite sanciones limitadas de la ONU a Irán

La UE, incapaz de convencer a Irán de que renuncie al enriquecimiento de uranio, reconoció ayer que no le quedaba otra elección que apoyar las consultas abiertas en el Consejo de Seguridad sobre la imposición de sanciones al régimen de los ayatolás. Los ministros de Exteriores comunitarios no entraron en detalles sobre tales sanciones, a la espera de lo que decida el Consejo de Seguridad. Javier Solana, el frustrado negociador, insistió en que la puerta de la negociación sigue abierta para Teherán.

Desde el punto de vista europeo, las sanciones deberán ser graduales y reversibles, para hacer ver a la república islámica que tiene opción de dar marcha atrás. Según los ministros, a Irán se le ha ofrecido todo lo que necesita para desarrollar un moderno sector nuclear civil, al tiempo que se da satisfacción a las inquietudes de la comunidad internacional. No hay razón, por tanto, para su resistencia a entrar en el juego.

"Ayer hablé con [el negociador iraní Alí] Larijani para decirle que la puerta está abierta, pero que el lado iraní tiene que responder", señaló Solana. "La discusión ha empezado en el Consejo de Seguridad. De momento no hay conclusiones formales". Llegado el momento, la UE seguirá lo que se decida en Nueva York.

Lo mismo sucedió en el caso de Corea del Norte. Tras manifestar preocupación por las ambiciones nucleares de Pyongyang, con el riesgo de una carrera armamentista en la región y, sobre todo, por el temor a la proliferación a que pudiera dar lugar al tráfico de sus conocimientos y tecnología, los ministros acordaron ayer establecer un mecanismo común para poner en práctica al unísono y de forma coordinada las sanciones impuestas por la ONU al régimen de Kim Jong-il.

Crisis ruso-georgiana

Otro de los puntos calientes, la crisis ruso-georgiana llevó a los ministros a pedir a ambas partes prudencia. Benita Ferrero-Waldner, comisaria de Relaciones Exteriores, calificó de "preocupantes" los acosos sufridos por los georgianos en Rusia y las represalias de Moscú contra el Gobierno de Tbilisi. "Ambas partes tienen responsabilidades y ambas deben rebajar su retórica", dijo, mientras recordaba: "Nosotros estamos dispuestos a ayudar". Solana adelantó que en la cena del viernes en la cumbre de Lahti (Finlandia), la UE tendrá "un intercambio franco" con el presidente Vladímir Putin.

Los ministros aprovecharon la ocasión para dar la bienvenida a Bulgaria y Rumania como miembros de la Unión a partir del próximo 1 de enero, decisión que sancionarán los jefes de Estado y de Gobierno comunitarios en su cumbre de mediados de diciembre en Bruselas.