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Reportaje:

Descubrir el hogar de Pinzón

La casa natal del capitán de 'La Pinta' se reabre como museo en Palos de la Frontera

La casa de Martín Alonso Pinzón tiene más de 500 años pero huele a nueva. Los ladrillos vistos que seguramente fueron testigos de la presencia del marino que participó en el descubrimiento de América junto a Cristóbal Colón hace 514 años y un día vuelven a lucir como la última vez que Pinzón los vio. O al menos eso se ha intentado con la restauración de su casa en Palos de la Frontera (Huelva). Una obra que convierte el edificio de dos plantas, patio y bodega en el museo del Descubrimiento, inaugurado ayer, donde aprender acerca de la época y los personajes -algunos vecinos del pueblo- que marcaron la historia de la humanidad, quizás sin saberlo.

¿Qué se sabe de Martín Alonso Pinzón, capitán de La Pinta? En la plaza frente al Ayuntamiento de Palos, ayer, Día de la Hispanidad, decorada con las banderas de los países iberoamericanos, un grupo de mayores se refugiaba del implacable sol de octubre a la sombra de los soportales. "Yo no lo conocí, la verdad, pero es aquel de allí", dice divertido Manuel Muñoz, de 74 años. Tras él, a unos 50 metros, se erige una estatua del marinero en medio de la plaza. "Era un gran navegante y si no es por él, Colón no llega a descubrir lo que descubrió", explica Francisco Domínguez, de 76. "Pues yo he oído que era un pirata que traía esclavos de África y los vendía aquí", se lanza Ricardo Vázquez, de 72, momento en que empieza un pequeño debate sobre la veracidad de esas historias. En lo que sí coinciden todos es en afirmar que, desde siempre, la casa particular que se elevaba con un llamativo pórtico de ladrillos que destacaba en el conjunto de la calle Rábida había sido conocida como la casa de los Pinzón.

Es precisamente esa portada uno de los aspectos arquitectónicos que más destaca el encargado de la dirección del museo, Eduardo García. "No se trataba de una casa señorial de la nobleza, pero sí de una familia pudiente de la zona, una familia de navegantes y comerciantes", explica. Sobre las pruebas que avalan que precisamente esa es la casa del marino, García señala, además de la tradición popular, los documentos de los Pleitos Colombinos, que enfrentaron a Colón y la los Reyes Católicos por los derechos sobre los nuevos territorios. "En uno de esos papeles, aparece uno de los hijos de Martín Alonso Pinzón, que dice que su padre posee una casa en la calle Rábida del pueblo. Además, Washington Irving, durante sus viajes a los sitios colombinos, también identifica esta casa como la de Pinzón".

La casa ya fue restaurada en 1987 para ser utilizada como museo hasta 2003, cuando se decidió emprender una nueva restauración "mucho más fiel al espíritu de la época original", dice Eduardo García. En sus dos pisos se distribuyen cuatro salas que muestran facsímiles de documentos de la época, como el diario de a bordo de Colón, réplicas de cuadros de personajes de la época, junto a numerosos paneles explicativos. La bodega, además se usará como sala de conferencias y de exposiciones temporales.

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