Josep Maria Pou dirigirá el teatro Goya tras una reforma que costará 2,8 millones de euros
La sala, que se reinaugurará la próxima temporada, inicia nueva etapa bajo gestión de Focus
El barcelonés teatro Goya reabrirá sus puertas la próxima temporada, probablemente con el espectáculo The history boys, de Alan Bennet, bajo la dirección artística del actor y director Josep Maria Pou. Después de un largo periodo de inactividad, el teatro inicia una nueva etapa en la que será gestionado por la empresa Focus, arrendataria del edificio durante 25 años e impulsora de las obras necesarias para su puesta a punto. Será una reforma integral que se iniciará a finales de octubre. Durará entre 10 y 12 meses y su coste se eleva a 2.843.557 euros.
El grueso de la inversión (1.890.777 euros) la asumirá el Consorcio del Plan de Rehabilitación y Equipamientos de Teatros de Barcelona, integrado por el Ministerio de Cultura, la Generalitat y el Ayuntamiento barcelonés. El Gobierno de Aragón participa con 180.000 euros, y el resto del presupuesto (772.780 euros) lo asume Focus, cuyo director gerente, Daniel Martínez, reconoció ayer que las negociaciones para hacerse con la gestión de la sala han sido difíciles. Sin embargo, la nueva etapa empieza con grandes alianzas para la empresa, que contará con el patrocinio de Caixa Catalunya para las cinco primeras temporadas del teatro Goya, con un importe total de 600.000 euros.
Fundado en 1914, el teatro Goya es propiedad del Centro Aragonés de Barcelona, y a lo largo de su historia ha acogido a grandes figuras de la escena. En la última década vivió un periodo de deriva que hizo mella en sus instalaciones. En la presentación pública del proyecto de obras, los asistentes pudieron comprobar ayer el estado de abandono del interior del teatro. El presidente de la Casa de Aragón en Barcelona, Jacinto Abelló, quiso dejar constancia del deseo de la entidad de mantener la trayectoria teatral del equipamiento, que ha llevado a dar prioridad a la propuesta de Focus por encima de otras opciones "más rentables". "Nos ha tocado perder una pequeña parte", enfatizó Abelló.
El proyecto de reforma ha sido realizado por el taller del arquitecto Carlos Álvarez, y la dirección de las obras se ha encomendado al arquitecto Toni Barnadas. Éste resumió la intervención como "un teatro nuevo dentro de una caja ya existente". Es decir, se conserva la cara externa del edificio, que está catalogado, pero por dentro se transformará por completo, con especial atención a las exigencias de seguridad, a las que el Goya no se ajustaba. El teatro tendrá un aforo de 516 localidades.
Josep Maria Pou esbozó ayer las líneas maestras de la dirección artística de la sala. Bajo el gran paraguas de "teatro de calidad", el Goya ofrecerá tanto obras contemporáneas como piezas de los más relevantes autores de los siglos XIX y XX (Ibsen, Wilde, Shaw, Pirandello) y "grandes títulos universales". Principalmente serán espectáculos en catalán, pero no en exclusiva. El actor y director quiere que la sala sea receptora de buenos montajes procedentes de fuera de Cataluña. El Goya firmará dos producciones propias por temporada, y cada año Pou dirigirá un espectáculo. An ideal husband (Wilde), The exonerated (Jessica Blank y Eric Jensen), Obedient yours, Orson Welles (Richard France) y An inspector calls (J. B. Priestley) son algunos títulos que Pou baraja para la programación de la sala.
Martínez recordó que el Goya tiene una especial significación para Focus porque fue aquí donde en 1990 la productora consiguió su primer éxito, el montaje Estan tocant la nostra cançó. "A partir de 1992 y durante dos años y medio nos encargamos de la programación del teatro", rememoró Martínez.
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