"Nunca sabemos exactamente lo que votamos en los plenos"

Esteve Ferran Gombau es abogado, y desde 1999 concejal de Urbanismo de Salou por Ferran Units Per Salou, que gobierna en coalición con dos ediles del PP. Es también el hijo del alcalde, Esteve Ferran, fundador de este partido y el único alcalde que ha conocido un municipio salpicado ahora por presuntas irregularidades urbanísticas y concesiones que han favorecido a familiares o afines. Estas presuntas irregularidades implican directamente a Ferran Gombau y ya han comportado la salida de CiU del equipo de Gobierno.

Pregunta. Supongo que era consciente de que al ser el hijo del alcalde, usted, como concejal, sería observado con lupa.

Respuesta. Lo sabía perfectamente.

P. Entonces, ¿por qué se arriesgó a comprar una finca por 30.000 euros para venderla cuatro años después por 506.000?

R. Fui un iluso. Lo prometo. Es una finca que nos la pusieron delante, no la fuimos a buscar. A otro concejal le ofrecieron también la misma finca y la rechazó.

P. ¿Cómo fue la operación?

R. A los vendedores les interesó vender. Tengo amistad con ellos, y les dije que si no se la compraban la compraría yo. Es más, la compró mi padre y la puso a mi nombre por una cuestión de herencia. La compré urbana y la vendí urbana. En los 17 años que mi padre ha sido alcalde, esta ha sido la única operación inmobiliaria que he hecho.

P. ¿Cómo explica una plusvalía que es mayor que la evolución del mercado?

R. A lo mejor se equivocó quien me la vendió.

P. ¿Sabía, durante la redacción del planeamiento urbanístico que usted tuteló, que el primo de su padre poseía docenas de fincas en un sector que resultó recalificado por el desvío de una riera?

R. Era perfectamente consciente porque son gente que compran cada día. Son empresarios y tienen una capacidad enorme para los negocios.

P. Reconocerá que existe al menos un problema estético.

R. Pero el plan general beneficia también a todos los que tienen fincas allí. Es que hay 100 propietarios más.

P. ¿No se planteó apartar este asunto del plan general?

R. Sé que es muy difícil de entender, pero los servicios técnicos del Ayuntamiento no nos dejan meter baza. En el plan general los políticos hemos participado en un 5%. El redactor desvió el barranco para cerrar el anillo de la ciudad, no para favorecer al primo del alcalde.

P. Los vecinos expropiados por el desvío dicen que el proyecto responde sólo a sus intereses familiares.

R. Si alguien me trae un planteamiento que cumpla la normativa de la Agencia Catalana del Agua y no suponga expropiar a nadie, el Ayuntamiento lo llevará a cabo. Estos vecinos, durante la exposición pública del plan general, no presentaron alegaciones.

P. Otro caso es el de la concesión del geriátrico. ¿Usted sabía, cuando la aprobó, que comportaría la construcción de 77 apartamentos en suelo público para la venta o alquiler?

R. Cuando lo aprobamos sabíamos que hay un geriátrico y un edificio anexo de pisos tutelados.

P. Son 9.000 metros cuadrados por 9.000 euros al año. Explique esta concesión. ¿Sabía exactamente lo que votaba?

R. Nadie sabía que la mujer del secretario era uno de los socios. Y le respondo con una pregunta: ¿cree que el alcalde, o alguno de los miembros, conoce los tecnicismos lo suficientemente bien cuando se votan el 99,9% de las cosas? Ya le contesto: no. Porque si no, ya podemos despedir a los técnicos.

P. Entonces no sabía exactamente lo que estaba votando.

R. Nunca sabemos exactamente lo que votamos. Las licencias de obra mayor, por ejemplo, son actos reglados. Hay informes técnicos y jurídicos. Y el político dice: vale.

P. El interventor municipal objetó contra esta concesión...

R. Su informe dice que, aunque le parece que 9.000 euros es poco dinero, ya que no hay empresas que opten y el geriátrico tiene una función social, da por buena la cantidad.

P. ¿No ha pensado en dimitir?

R. Me quedan siete meses, y por una cuestión estética no creo que haya que dimitir.