CiU y ERC presentarán una enmienda a la totalidad de los Presupuestos aunque no creen que prospere

Las elecciones autonómicas catalanas del 1 de noviembre han contaminado políticamente hasta la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2007. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Convergència i Unió (CiU) -los primeros tradicionales socios parlamentarios del PSOE- han decidido presentar por separado enmiendas a la totalidad a las cuentas generales, que se votarán en el Congreso en plena campaña catalana, el 17 de octubre.

Republicanos y convergentes, en cambio, ya tienen asumido que sus enmiendas van a caer en saco roto porque el PSOE va a asegurarse el apoyo de Izquierda Unida-Iniciativa, Partido Nacionalista Vasco y Coalición Canaria, que juntos tienen mayoría parlamentaria en la Cámara baja. El proyecto de ley, no obstante, podría sufrir un serio revolcón en el Senado, por la suma de los votos de PP y CiU. Posibilidad muy poco probable porque en vísperas de las elecciones autonómicas los nacionalistas aparecerían aliados de un partido del que en Cataluña abominan públicamente.

Convergència i Unió y Esquerra Republicana se oponen al proyecto básicamente por las mismas razones. Y es que, en su opinión, la inversión prevista del Estado en Cataluña no alcanza el 18,8% que establece el nuevo Estatuto. Un porcentaje que corresponde al peso del PIB catalán en el conjunto de España. Para ambas formaciones, los 3.195 millones de euros de inversión territorial que aparecen en los presupuestos apenas suponen el 14% del total. Por ello, CiU y ERC exigen que la cifra crezca en 420 millones y 787 millones, respectivamente.

Esquerra Republicana, además, reclama que el proyecto de ley incluya una cláusula de inversión por la cual, al finalizar el año, el coste de las obras no ejecutadas pasen a engrosar un fondo para el rescate de peajes en Cataluña. Y como ejemplo señalan que este año tan sólo se ha ejecutado el 20% de las inversiones en ferrocarriles previstas en los presupuestos.

A pesar de la confluencia de intereses, convergentes y republicanos han descartado hacer un frente común contra el Gobierno y el PSOE. Joan Puigcercós, portavoz de Esquerra, ofreció a su homólogo democristiano, Josep Antoni Duran Lleida, la posibilidad de presentar una enmienda conjunta y negociar en bloque con el ministro de Economía, Pedro Solbes.

Tan sólo un giro de última hora en las negociaciones podría frenar las enmiendas de ambos grupos catalanes, extremo en que no confían ni Duran Lleida ni Puigcercós. El periodo para la presentación de enmiendas finaliza el próximo día 11 y, por el momento, Solbes no ha convocado una tercera ronda de reuniones.

Si Esquerra Republicana, finalmente, opta por rechazar las cuentas del Estado para 2007, sería la primera ocasión en esta legislatura en que un socio del Gobierno vota en contra de un proyecto de tal envergadura.