División en las filas musulmanas
Un influyente imán español pide que se supriman las fiestas valencianas mientras que intelectuales árabes lamentan la autocensura
La polémica ha llegado a España. La reciente iniciativa de algunos pueblos del Levante de reformar sus fiestas de moros y cristianos para evitar que los musulmanes se sientan ofendidos es el capítulo español de la trifulca desatada por la publicación, en Escandinavia, de las caricaturas de Mahoma o por la cancelación en Berlín de una ópera supuestamente blasfema con el islam.
Los musulmanes afincados en España están divididos, pero algunos intelectuales árabes que han pasado estos días en Madrid se sorprenden ante "una decisión que va demasiado lejos", recalca la historiadora tunecina Latifa Lakhdar.
Lakhdar asistió ayer al VI Encuentro Euromagrebí organizado, entre otros, por el Círculo Mediterráneo, el de Bellas Artes y el Ministerio de Asuntos Exteriores español.
La Junta Islámica de España celebra los cambios realizados en algunas localidades
"Estoy en contra de cualquier acción motivada por el miedo", afirma Oumama Aouad
El imán Félix Herrero, presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), fue el primero en pronunciarse desde Málaga donde regenta una mezquita. Para él la edulcoración de las fiestas de moros y cristianos no basta. Hay que suprimirlas "en aras a la buena convivencia" entre confesiones.
Otros dignatarios musulmanes marcaron distancias con el imán Herrero. El Consejo Islámico Superior de Valencia lo hizo contundentemente. Tachó su declaración de "artificial" y "fruto del desconocimiento".
La Junta Islámica de España emitió ayer un comunicado en el que "rechaza" las palabras de Herrero, pero celebra "los cambios efectuados en las fiestas dado que se han eliminado aspectos ofensivos como arrojar al vacío un muñeco que representa al Profeta".
"En los países en los que hay un Estado de derecho y una justicia independiente la gente que se siente ofendida, sean musulmanes o no, debe acudir a los tribunales", afirma el escritor marroquí Tahar Ben Jelloun que ayer estaba en Madrid. "Estoy en contra de todas las censuras".
"Aquellos que actúan así, practicando la autocensura, se imaginan erróneamente que el islam es una religión frágil que necesita una sobreprotección", concluye Ben Jelloun.
Oumama Aouad, catedrática de la Universidad Mohamed V de Rabat, cree, más bien, que "es el miedo el que incita a los europeos a actuar así". "Y yo estoy en contra de cualquier reacción fomentada por el miedo". "Se actúa así para aplacar al otro al que se sataniza".
"Yo diría que es ante todo una reacción europea ante el fracaso de la integración de las comunidades musulmanas", sostiene la tunecina Latifa Lakhdal. Como no se han hecho suficientes esfuerzos para integrarles se les consuela con estos gestos.
Aunque aparente estar en línea con lo sucedido en Copenhague y Berlín, las fiestas valencianas "son otra cosa por su larga historia y su contenido", señala Oumama Aouad, gran conocedora de España.
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