21 personas murieron el verano pasado por efecto directo del calor

Las altas temperaturas registradas el verano pasado fueron causa directa de 21 fallecimientos, según el recuento que el Ministerio de Sanidad hizo público ayer. La cifra es más del doble de las nueve muertes atribuidas al mismo motivo en 2005, y casi llega a las 24 de 2004. En la lista sólo figuran las defunciones certificadas a causa de un golpe de calor, y no otras complicaciones relacionadas con las altas temperaturas.

El verano pasado se han registrado temperaturas más altas de lo normal en casi toda Europa, sobre todo en los meses de julio y septiembre, indica Sanidad en el balance del plan contra las altas temperaturas de este año, que acabó el 30 de septiembre. Este plan se puso en marcha en 2004 para evitar que sucediera como en 2003, cuando las altas temperaturas ocasionaron 112 fallecimientos.

En estas directrices se establece que las comunidades deberán informar a Sanidad de aquellas defunciones causadas directamente por un golpe de calor. Esta enfermedad consiste en un desajuste de la temperatura corporal causado por la exposición al sol. La fiebre supera los 39 grados, el cuerpo no consigue regularla y el proceso acaba en un fallo multiorgánico.

Pero el calor tiene más consecuencias, como el agravamiento de otras patologías, sobre todo en personas mayores. Las consecuencias de este segundo efecto no se conocerán hasta que el Instituto Nacional de Estadística procese los datos de las defunciones ocurridas en verano (el proceso tarda porque no todos los registros están informatizados). En 2003, el año de la ola de calor más grave, hubo en verano 6.112 muertos más que el año anterior, cuando las temperaturas fueron más normales.