Ribó acusa a Camps de tapar sus fracasos con mucho "cuento"

El portavoz de Esquerra Unida-L'Entesa, Joan Ribó, acusó ayer al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, de contar "muchos cuentos" para ocultar el incumplimiento de sus promesas anteriores. "A cada incumplimiento tenemos un plan nuevo para no se sabe qué año", dijo Ribó, quien criticó al Consell y a los populares de haber dejado en estado lamentable muchos de los servicios públicos básicos.

Ribó abrió la sesión vespertina de la primera jornada del debate de política general poniendo echando un poco más de sal en la herida: "Se ha vuelto a equivocar señor Camps. Ayer por no asistir cuando le hacíamos la moción de censura y hoy por no entender que este no es el lugar de hacer mítines electorales".

A partir de ahí, el portavoz de Esquerra Unida-L'Entesa se puso en harina. Tras recordar al jefe de Consell que su partido "está lleno de manzanas podridas de corrupción que no separa", Ribó realizó un discurso basado en evidenciar el deterioro que los servicios públicos han sufrido durante el gobierno del PP.

En este análisis, Ribó empezó por el accidente del metro del pasado 3 de julio y lo hizo con contundencia: "Era tan evitable que hoy no podría pasar tras haberse puesto las famosas balizas a la entrada de la curva". Luego siguió con la enseñanza. Reprochó a Camps el alto índice de fracaso escolar en el sistema valenciano -"para ponerse a llorar, de los peores de toda España"- y le enumeró los diferentes planes de construcción de escuelas y centros educativos que, por su bajo grado de cumplimiento, se han ido solapando uno sobre otro. Un apartado en el que reprochó a Camps el encarecimiento de los costes de estas infraestructuras y su pretensión de crear una nueva universidad privada con fondos públicos mientras hay escuelas donde se producen cortes de luz y no se puede pagar a los proveedores. La sanidad pública tampoco obtuvo un mejor diagnóstico: la privatización y el posterior encarecimiento de servicios que antes prestaba la Administración, el mantenimiento de la listas de espera y el farolillo rojo español en plazas de hospital por número de habitantes hicieron que Ribó concediese a Camps un suspenso. Nota que se repitió en la atención a los mayores, con especial crítica a la falta de plazas en residencias, el mal funcionamiento de los bonos para pagarlas y la inexistencia de un servicio de inspección adecuado.

Todo ello lo contrastó el portavoz de EU con los grandes fastos organizados por el Consell que, en su opinión, ha llenado la Comunidad Valenciana de ciudades temáticas más que "discutibles". En este capítulo, Ribó volvió a exigir al presidente de la Generalitat que diga de una vez cuánto dinero se ha gastado en la organización de la visita del Papa a Valencia, absolutamente sobredimensionada hasta en el número de urinarios portátiles instalados. El urbanismo, la política hídrica -"irresponsable por no decretar restricciones de agua"- y el "desastre financiero" fueron otros de los argumentos de Ribó.

La réplica de Camps salió por la herida abierta: "Como todo funciona mal, al final es el discurso del esperpento. Me parece una actitud de prepotencia plantear una moción de censura a ocho meses de las elecciones. Pensé que Pla venía aquí por que había conseguido los votos de EU pero, sin ser así, me parece un actitud torticera".