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Escalada nuclear

Irán propone que Francia supervise su programa atómico

EE UU busca la ayuda de los países del Golfo en la crisis con Teherán

El director adjunto de la Agencia de Energía Atómica iraní, Mohamed Saidi, propuso ayer en París "la creación de un consorcio para la producción en Irán de uranio enriquecido", en el que por parte francesa participarían la compañía Areva y el complejo Eurodif. El Gobierno francés dijo tomar nota de la propuesta, pero subrayó que el diálogo con el régimen de los ayatolás está por el momento en manos de Javier Solana.

Saidi declaró ayer a la emisora France Info que "la mejor solución para disipar las inquietudes relativas a la actividad nuclear iraní no pasa por su suspensión", sino porque "Francia cree un consorcio entre Eurodif y Areva para enriquecer uranio en nuestro país y así poder vigilar estrechamente nuestras actividades".

Eurodif es una sociedad creada en los años setenta y que participó en la construcción de una central nuclear en el Irán de la época del sha. En la actualidad pertenece en un 60% a Areva, líder mundial en el sector de la energía nuclear.

La propuesta iraní sorprendió al Gobierno francés. "Tomamos en consideración la propuesta en el marco de un diálogo deseado, pero precisamos que todo queda supeditado a la suspensión iraní de sus actividades de enriquecimiento de uranio", declaró Philippe Douste Blazy, ministro de Exteriores.

Para París la citada suspensión sigue siendo la condición previa. "En este momento hay un canal de diálogo con Irán a través de Javier Solana (jefe de la diplomacia europea). Y es a través de ese canal que esperamos noticias iraníes sobre la suspensión. Si son positivas, entonces cada cual será libre de llevar a la mesa de negociación sus propuestas", añadió un portavoz francés de Exteriores.

Rice, en El Cairo

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Por otra parte, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, se reunió anoche en El Cairo con sus homólogos de los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) más Egipto y Jordania, con el objetivo, según fuentes diplomáticas, de recabar su apoyo en la crisis nuclear con Irán a cambio de una mayor implicación estadounidense para solucionar el conflicto israelo-palestino. "La comunidad internacional se está quedando sin tiempo [para actuar contra el programa nuclear de Irán] porque pronto su propia credibilidad estará en cuestión", afirmó Rice anoche.

Estados Unidos desea imponer sanciones a Irán, que hasta ahora se ha negado a plegarse a las exigencias de la ONU para que deje de enriquecer uranio. Pero ante la oposición de Rusia y China, que tienen poder de veto en el Consejo de Seguridad, a Washington sólo le queda actuar con el apoyo de sus aliados. Y para que cualquier castigo (económico o de restricción de visados a los altos funcionarios iraníes) sea realmente efectivo necesita contar con el apoyo de los Estados del CCG (Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Qatar y Omar).

Las conexiones financieras y culturales de algunos de esos países con Irán les convierten en una verdadera válvula de escape para los iraníes. De todas formas, aunque los dirigentes de varios de ellos han expresado su preocupación con el programa nuclear iraní, discrepan sobre la forma en que la Administración de Bush enfoca el problema. Por eso, ayer, trataban de evitar que ese asunto se convirtiera en el eje de la reunión e insistían sobre la necesidad de relanzar el proceso de paz.

El deterioro de la situación en los territorios palestinos se está traduciendo en creciente malestar en sus opiniones públicas.

Rice y el ministro saudí de Exteriores, Saud al Faisal, ayer en Yeda.
Rice y el ministro saudí de Exteriores, Saud al Faisal, ayer en Yeda.REUTERS

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