_
_
_
_
Tribuna:CIRCUITO CIENTÍFICO
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La lección de la astrofísica

Recientemente se ha celebrado, en Barcelona, la VII Reunión Científica de la Sociedad Española de Astronomía (SEA). Por primera vez en estas reuniones bienales el nivel de los trabajos presentados no ha superado con creces el de la edición anterior. Pero este hecho, lejos de ser preocupante, refleja precisamente el buen estado de salud de la astrofísica española: su crecimiento empieza a ralentizarse debido a que, como muestran todos los indicadores, ha alcanzado la madurez. Esta situación inédita en el panorama científico de nuestro país bien merece un breve comentario.

En veinte años la astrofísica española ha pasado de ser meramente testimonial a ser altamente competitiva en lo internacional. El número de astrónomos españoles se ha multiplicado por diez y, aunque no ha alcanzado todavía la proporción respecto al número de habitantes que se da en otros países, su producción científica -medida en número de trabajos publicados al año en revistas internacionales de la especialidad- se acerca al 6% de la producción mundial, el valor más elevado de entre todas las ciencias y tres puntos por encima de la media. Esto hace que España ocupe, en lo que a la astrofísica se refiere, el octavo puesto mundial, o sea, el lugar que le corresponde por su PIB, lo cual no está nada mal. De hecho, la convergencia en materia científica es mucho más de lo que cabe esperar, dado el exiguo presupuesto dedicado en nuestro país, hasta la fecha, a la ciencia y tecnología y, por otro lado, el nivel tan bajo desde el que partíamos.

¿Qué tiene pues de especial la astrofísica? Sin duda su carácter internacional. Por razones obvias, la ciencia es una de las actividades humanas que más necesitan el intercambio de información entre quienes la cultivan. De ahí que apenas se desarrolle en pequeños ámbitos encerrados en sí mismos y que florezca rápidamente cuando se abre al exterior. No es, pues, de extrañar que el desarrollo de la ciencia y tecnología en España en los últimos años se deba, en gran medida, al esfuerzo de un par de generaciones de investigadores españoles que emigraron al extranjero para completar su formación y, salvando todas las dificultades, volvieron a casa donde crearon sus propios equipos.

Pues bien, el contacto fructífero con investigadores extranjeros ha sido particularmente intenso en algunos campos debido a las características de la investigación que les es propia. Éste es el caso, por ejemplo, de la física de altas energías y la astrofísica. En estas disciplinas la investigación requiere grandes instalaciones extremadamente costosas que sólo pueden sufragarse a través de grandes consorcios internacionales como el CERN o la ESA, a los que España pertenece desde hace tiempo y en los que participan científicos de muy diversa procedencia. Por si esto no fuera poco, razones de índole climatológico-orográfica han llevado a que se concentrasen en territorio español los mayores observatorios astronómicos de Europa. Esto ha hecho que los intercambios con investigadores de todo el mundo se dieran, en el caso de la astrofísica, in situ por esta otra vía. Los distintos Gobiernos han sabido aprovechar la oportunidad que esto abría y han cuidado el desarrollo de esta disciplina, invirtiendo incluso en costosa infraestructura astronómica a fin de mantener, sino aumentar, el atractivo de nuestro país para los astrofísicos de todo el mundo y aprovechar, a su vez, el retorno tecnológico que representa la construcción de instalaciones científicas punteras. Así, pronto se inaugurará en la isla de La Palma el mayor telescopio del mundo, el famoso GTC (Gran Telescopio Canarias), sufragado con capital casi exclusivamente español.

Pero ni siquiera el GTC garantiza la internacionalización indefinida de la astrofísica española. Por eso, los astrónomos españoles, con la SEA a la cabeza, no hemos parado de pedir la entrada de España en el European Southern Observatory (ESO), el gran consorcio astronómico europeo en el que participan, en régimen de competición abierta, todos los grandes países de la UE. Por fin el Gobierno se ha hecho eco de esta demanda; tan sólo cierta descoordinación entre ministerios está retrasando este acontecimiento tan esperado, que bien seguro marcará el futuro de la astronomía en nuestro país. Precisamente las grandes oportunidades que se abren con el GTC y la entrada en ESO, así como los retos que ello supone para la astrofísica española, han sido ampliamente debatidos en Barcelona. Una cosa ha quedado clara: a la astrofísica le sienta bien la apertura al exterior.

Eduard Salvador Solé es catedrático de Astrofísica en la Universidad de Barcelona y ex presidente de la Sociedad Española de Astronomía.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_