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Brasil busca en la selva supervivientes del accidente aéreo

Un pequeño avión envuelto en el accidente consiguió aterrizar con un ala rota

Juan Arias

Los restos del Boeing 737-800 de la compañía brasileña Gol, que en la tarde del viernes (madrugada del sábado en España) desapareció con 149 viajeros y seis tripulantes a bordo, fueron localizados, en plena selva, la madrugada de ayer a 200 kilómetros de la región Peixoto de Azevedo, al norte de Mato Gross, en el Alto Xingú, en el límite de los Estados de Pará y Mato Grosso. Anoche aún se desconocía la causa del siniestro y si había supervivientes.

Más de 200 civiles y 100 militares trabajaban en el rescate en medio de la selva

Según algunos mensajes enviados por los equipos de rescate podría haber supervivientes, aunque el Ministerio de Aeronáutica aún no había confirmado oficialmente la noticia y más bien se mostraban pesimistas. El Presidente de la República, Luiz Inácio Lula da Silva, en efecto, sin esperar la confirmación oficial, decretó ayer tres dias de luto nacional y envió un mensaje de solidaridad con las familias de las víctimas.

El avión había salido de Ma-naus y debía haber hecho escala en Brasilia para acabar su vuelo en Río de Janeiro; y pudo haber chocado en el aire, a 11.000 metros de altura con un avión de pequeño tamaño, modelo Legacy, construido por la empresa brasileña Embraer, y pilotado por un ciudadano estadounidense.

El pequeño avión, en el que viajaba un grupo de ejecutivos con destino a Estados Unidos, consiguió aterrizar de emergencia, con un ala rota, sin víctimas, en un campo de pruebas de la Aeronáutica Brigadeiro Velloso, en la Alta Floresta de Mato Grosso. Entre sus pasajeros iba un periodista del diario The New York Times.

Anoche, las noticias sobre la posibilidad de que hubiera supervivientes eran confusas y se desconocía la verdadera causa del accidente, aunque según el ministro de Defensa, Waldir Pires, si se trató de una colisión entre el Boeing y el Legacy, tuvo que haber existido una distracción de la tripulación, ya que ambos aviones poseen instrumentos muy modernos para detectar la presencia de algún objeto acercándose. El piloto de Legacy afirmó ayer que él, en realidad, no vió al Boeing acercarse, que notó sólo una sombra y después observó que su avión había perdido un ala.

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Los restos del Boeing desaparecido fueron detectados por aviones especiales de la Aeronáutica Brasileña con las primeras luces de ayer sábado. Los detectores de calor producido por explosiones no registraron calentamiento en la zona, por lo que se supone que se trató más bien de un aterrizaje de emergencia, aunque no existe seguridad absoluta en este sentido.

Más de 200 civiles y 100 militares de los servicios de emergencia trabajaron con aviones y helicópteros en la zona del desastre para intentar llegar hasta el lugar, algo muy difícil dado que se trata de una zona de selva de vegetación tupida y árboles muy altos. Para llegar hasta los restos del avión y poder comprobar si existen supervivientes fueron necesarios helicópteros y cuerdas para descender. Los primeros mensajes de los rescatadores hablan de cuerpos despedazados y esparcidos por la selva

El Boeing era la joya de la corona de la compañía Gol, que lo había adquirido hace un mes y tenía sólo 200 horas de vuelo. El comandante Decio, que pilotaba el avión, poseía 10.000 horas de vuelo. Es el primer accidente grave registrado por esa compañía aérea.

Se trata de la mayor catástrofe aérea en la historia de Brasil. Uno de los mayores accidentes tuvo lugar en junio de 1982 cuando también un Boeing 727 de la compañía Vasp chocó contra la Sierra de Aratahna, a 30 kilómetros de Fortaleza (capital del Estado de Ceará, al noreste del país), muriendo sus 137 pasajeros. En octubre de 1986 un Fookker-100 de TAM causó también la muerte de 101 personas. El avión cayó minutos después de haber despegado del aeropuerto de Congonhas, en São Paulo. Un fallo en una turbina fue la causa del accidente.

La aerolínea Gol puso ayer a disposición de los familiares que viajaban en el Boeing siniestrado un hotel de Manaus para que desde allí reciban noticias de los suyos. La noche del viernes al sábado fue de tremenda angustia para los familiares y amigos de los 155 desaparecidos, ya que tuvieron que esperar en vela sin saber siquiera donde había acabado el avión, del que sólo se informó que había desaparecido de los radares en su ruta hacia Brasilia.

La primera noticia de la desaparición del avión la dio un radioaficionado, que oyó a unos campesinos decir que habían visto a un avión muy bajo, haciendo cosas raras y que después cayó con un gran estruendo.

Según José Carlos Pereira, presidente de Infraereo, la sociedad estatal responsable de los aeropuertos brasileños, dado el lugar donde cayó el avión, que al parecer lo hizo verticalmente, será dificil encontrar supervivientes, aunque las familias mantienen la esperanza, ya que en septiembre de 1989 otro Boeing 737 cayó en plena selva, tras un aterrizaje forzoso, y de los 66 pasajeros, 54 subrevivieron.

Familiares de los viajeros del Boeing siniestrado lloran mientras aguardan noticias ayer en Brasilia.
Familiares de los viajeros del Boeing siniestrado lloran mientras aguardan noticias ayer en Brasilia.REUTERS

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