El Gobierno afirma que el debate europeo "reforzará la paz" en Euskadi

El Gobierno agradeció ayer la decisión adoptada la víspera por el Parlamento Europeo de debatir y aprobar una moción de apoyo al proceso de paz en Euskadi. "Su apoyo, sin duda, nos hace más fuertes en la lucha contra el terrorismo", dijo la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, tras el Consejo de Ministros. Pero lamentó la "actitud cicatera e irresponsable" de los líderes del PP que se opusieron a la decisión.

El Parlamento Europeo acordó el jueves debatir y aprobar, el próximo 25 de octubre, una moción de apoyo al proceso de paz en Euskadi, con el apoyo de todos los grupos políticos, incluido el Partido Popular Europeo (PPE), y con el rechazo del PP español, que preside Mariano Rajoy, que se quedó solo. Éste acusó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de "ceder a ETA la internacionalización del conflicto".

La vicepresidenta primera del Gobierno rechazó ayer esta versión del líder del PP sobre la futura moción del Parlamento Europeo y defendió su oportunidad porque "es una buena noticia que Europa apoye la voluntad de la inmensa mayoría de los españoles por alcanzar la paz definitiva". Alegó frente a la tesis de Rajoy de "cesión a ETA" que "el terrorismo de ETA es un problema de Estado y su fin es un desafío para la sociedad española y para el Gobierno".

Frente a la idea de "internacionalización" con que Rajoy calificó el debate en el Parlamento Europeo sobre el proceso de paz en Euskadi, Fernández de la Vega le replicó que "no hay que confundir los términos" porque "el Parlamento Europeo es nuestro parlamento".

Precedentes

El pronunciamiento del Parlamento Europeo sobre el proceso de paz en Euskadi no es inédito. Tiene precedentes. En 1994 -meses después de la declaración de Downing Street, de diciembre de 1993, que protagonizó el primer ministro británico, el conservador John Major, y que abrió el proceso de paz en Irlanda del Norte- el Parlamento Europeo aprobó una resolución de apoyo a dicho proceso.

Dicha resolución apoyaba "plenamente" la declaración del presidente Hansch, del 14 de septiembre de 1994, y pedía al Consejo y a la Comisión Europea que respondieran "rápidamente en este período vital aumentando la ayuda comunitaria". Pedía a "todas las organizaciones paramilitares" que demostrasen su "compromiso total y absoluto con el proceso de paz".

Asimismo, confiaba "en un diálogo político" cuyo objetivo "sea un acuerdo sobre todas las relaciones que han definido ambos gobiernos, que deben obtener el completo apoyo y acuerdo de todas las tendencias tradicionales". Por último, encargaba al presidente (del Parlamento Europeo) que transmitiera la resolución al Consejo, a la Comisión y a los Gobiernos de los Estados miembros.