La OTAN asume el control de Afganistán
España asegura que sus soldados seguirán desplegados exclusivamente en el oeste del país
La OTAN asumirá el control de la seguridad de todo Afganistán "muy pronto", después de que ayer los ministros de Defensa aliados acordaran por unanimidad extender al este del país asiático la misión de seguridad y reconstrucción de ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad). La medida supondrá que 12.000 soldados estadounidenses desplazados en el este en la operación antiterrorista Libertad Duradera pasarán a estar bajo mando de la OTAN, que podrá contar así con unos 32.000 soldados en todo Afganistán. Las peticiones de flexibilizar el uso de esos efectivos, en especial de eliminar las limitaciones de movimiento geográfico, no prosperaron. España seguirá manteniendo exclusivamente en el oeste sus alrededor de 700 militares.
"Hemos decidido entrar en el este. Es una decisión crucial. Ocurrirá muy pronto", anunció el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, tras finalizar la reunión de los ministros en Portoroz (Eslovenia). "Muy pronto" fue traducido después por "cuando los mandos militares decidan que ha llegado el momento", lo que fuentes aliadas estiman que podría ser hacia mediados de octubre.
La medida fue adoptada por unanimidad y, según los distintos ministros, no hay contradicción entre los problemas encontrados en el sur y la decisión de ir ahora al este, una región que se ha dejado para el final por ser la más complicada de todo Afganistán. De hecho, un portavoz de la coalición internacional que opera en el este, bajo el nombre de operación Libertad Duradera, reconoció ayer que en los últimos 15 días los ataques de los talibanes han llegado hasta triplicarse en la zona.
"Lo que hemos discutido es que la ISAF tenga suficientes recursos y el menor número de limitaciones posibles", explicó Donald Rumsfeld, secretario de Defensa norteamericano. "La decisión de ir al este supone que alrededor de 12.000 soldados americanos pasarán al conjunto de la ISAF". Así, la fuerza de reconstrucción avalada por la ONU podrá contar con unos 32.000 soldados, entre los cuales figurarán alrededor de 700 españoles.
Los norteamericanos llegarán sin limitaciones operativas ni de actuación geográfica, dando al conjunto aliado de la ISAF una superior capacidad de intervención en todo el país, al aportar también helicópteros y aviones.
La extensión al este de la misión de reconstrucción y de potenciación del Gobierno de Kabul que manda la OTAN, ahora a las órdenes de un general británico, se producirá mientras en la zona oriental seguirán operando otros 10.000 soldados estadounidenses.
Tomada la decisión clave de que la ISAF asuma la responsabilidad en todo Afganistán, los ministros debatieron la petición del comandante supremo aliado, general James Jones, secundada por Scheffer, de reforzar el despliegue en el sur y de reducir al mínimo las limitaciones operativas de los distintos contingentes.
Jones ha pedido 2.500 hombres más y "es razonable pensar que se vayan cubriendo" las deficiencias detectadas, dijo Rumsfeld. No hubo muchos avances en ese terreno, aunque Polonia ha ofrecido 1.000 soldados de aquí a primeros de 2007 y Rumanía también aportará refuerzos.
Tampoco hubo progresos sustanciales en el deseo de Jones, Scheffer y de Washington de ver desaparecer las estrictas limitaciones que los 37 países que participan en la ISAF ponen al empleo de sus soldados. En conferencia de prensa, Rumsfeld pareció mostrarse comprensivo. "Cada nación debe hacer lo que se sienta cómoda haciendo; cada país tiene su historia, sus tradiciones, su Parlamento... y nade debe decirle lo que debe hacer", indicó el jefe del Pentágono, para cambiar el tono y considerar "inaceptable la situación que se crea con la agregación" de tales limitaciones.
España acudió a Afganistán con el compromiso de desplegar sus soldados en el oeste en misión de reconstrucción y ayuda a la normalización de la zona, y según el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, nadie le pidió ayer que modificara esos parámetros en particular a la luz de las insuficiencias del sur. "Nadie nos ha pedido que dejemos de hacer lo que estamos haciendo o que hagamos otra cosa", dijo. "España va a seguir exclusivamente en el oeste, con el número de efectivos que tenemos y haciendo lo que estamos haciendo". En su opinión, "no tiene sentido difuminar nuestra actuación en otras partes del territorio afgano".
No obstante, en situaciones de emergencia, por solidaridad o razones humanitarias, "los mandos españoles pueden decidir que se ayude" fuera del oeste. Puso como ejemplo la evacuación urgente de un soldado herido. "Pero los mandos de la ISAF sólo pueden decidir sobre los nuestro en el oeste", insistió. Según el ministro, "en el oeste la situación no es de tranquilidad; hacemos falta allí y allí vamos a seguir exclusivamente".
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