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España se negó a que la OTAN enviara al Eurocuerpo para reforzar Afganistán

Las tropas españolas sólo actuarán fuera de la zona oeste del país "en caso de emergencia"

Miguel González

España se negó a que la OTAN movilizara al Eurocuerpo, un 20% de cuyos miembros son españoles, para paliar su carencia de tropas en el sur de Afganistán, donde desde principios de agosto se libran duros combates con la milicia talibán. Durante el segundo semestre de este año, el Eurocuerpo aporta el grueso del componente terrestre de la Fuerza de Reacción de la OTAN (NRF-7), por lo que el comandante supremo aliado, James L. Jones, planteó movilizarlo. Tanto España como Francia, Alemania y Bélgica, países que forman el Eurocuerpo, se negaron.

La situación en Afganistán será el principal asunto de la reunión informal que los ministros de Defensa de la OTAN, incluido el español José Antonio Alonso, celebran hoy en Portoroz (Eslovenia). Desde el 1 de agosto, la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), bajo mando aliado, ha extendido su zona de operaciones al sur del país y antes de que acabe el año debería completar su ampliación al este.

La expansión de la OTAN ha coincidido con un recrudecimiento de los combates y una escalada de atentados terroristas, muchos de carácter suicida. Desde principios de año, unas 2.000 personas han muerto; entre ellas casi 140 soldados internacionales, incluido el español de origen peruano Jorge Arnaldo Hernández, fallecido el 8 de julio al explotar una mina anticarro.

Aunque fuentes diplomáticas dicen que el panorama no es tan grave como la pintan los medios de comunicación, mandos militares admiten que la OTAN ha encontrado más resistencia de la esperada y se enfrenta a un conglomerado de talibanes, narco-mercenarios y señores de la guerra.

En una carta dirigida a principios de este mes al Consejo Atlántico, el comandante supremo aliado, James L. Jones, planteó las quejas que luego haría públicas: le faltaban el 15% de los efectivos previstos en el vigente plan de operaciones. Es decir, unos 2.500 soldados, incluidos un batallón de reserva táctica, helicópteros y aviones.

Lo que no ha trascendido es que una de las soluciones planteadas por Jones era recurrir a la llamada Fuerza de Reacción de la OTAN (NRF) que, por turno, corresponde durante este semestre al Eurocuerpo. La idea fue inmediatamente rechazada por los países que forman parte de dicha unidad multinacional (España, Alemania, Francia y Bélgica), alegando que su objetivo es hacer frente a situaciones imprevistas y no cubrir las carencias de operaciones en marcha, como Afganistán. La plena operatividad de la NRF, que se sometió en junio pasado a examen con unas maniobras en Cabo Verde, y su sistema de financiación, serán analizados también por los ministros de Defensa aliados.

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Un quinto del Euroejército

España, que ya aportó el componente terrestre de la NRF cuando la OTAN lo movilizó en 2005 para socorrer a las víctimas del terremoto de Pakistán, dirige este semestre su componente naval (con el buque anfibio Castilla) y aporta hasta el 20% del Eurocuerpo, lo que supone unos 1.500 soldados. No se sabe, sin embargo, cuántos hubieran acudido a Afganistán de aceptarse la idea de Jones.

Polonia es el único país que ha respondido positivamente hasta ahora a la petición de más tropas, anticipando el envío de 900 soldados. Las presiones sobre los demás socios continúan, si no para que manden refuerzos, al menos para que levanten las restricciones de sus contingentes en Afganistán.

España ya ha respondido que no enviará más soldados, tras el refuerzo de 150 efectivos que aprobó antes del verano, y que tampoco los desplazará hacia el sur. Hacerlo, argumentan las fuentes consultadas, sería "desvestir un santo para vestir otro". Los militares españoles, unos 750, se han visto envueltos en cuatro incidentes en las últimas semanas y se teme que la presión que ejerce la OTAN sobre los talibanes en el sur les empuje al este, hacia la ya inestable provincia de Farah, la más meridional de las cuatro en las que operan los boinas negras españoles.

España ha admitido, no obstante, que sus tropas puedan desplazarse a otras partes del país para acciones puntuales "en caso de emergencia"; es decir, cuando se trate de auxiliar a tropas internacionales en situación de extrema necesidad.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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