Cuando crecen las desigualdades

Este mes se cumplen seis años de la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas. En aquel evento se fijó un objetivo: reducir a la mitad la pobreza para el año 2015. Nada más lejos de la realidad. En 46 países la gente es HOY más pobre que hace 10 años. Otro objetivo era disminuir en dos tercios la mortalidad infantil. En el África subsahariana este objetivo no será posible hasta al menos el año 2106, dentro de un siglo.

Casi el 40% de la población mundial vive con menos de dos dólares diarios. En 16 países del África subsahariana su deuda externa supera su PIB, muy lejos de reducirse sigue aumentando. Una prueba de esta dependencia es el saqueo oficial de materias primas en la mayor parte de los países centroafricanos. La Cumbre del Milenio no ha demostrado nada que no se supiese, eran objetivos utópicos, una representación de buenas intenciones ficticia, una prueba más de que el sistema económico genera desigualdades.

Cuando la esperanza de vida en los países subsaharianos apenas supera los 40 años, cuando el 70% de la población de estos países pasa hambre y la sanidad deja de ser un derecho, entonces, no debe sorprendernos el gran número de cayucos que llegan a las costas españolas. No es sólo un problema de España -esto lo tendría que tener claro Alemania-, pero sobre todo el problema lo tienen los que viajan en embarcaciones atiborradas de gente que lucha por su supervivencia.