Apoyo decisivo de las mujeres

Las mujeres silban y aplauden en São Vicente cuando Lula asegura que los maridos deben compartir las tareas del hogar, ayudar con los hijos "y tener un cariño". Los hombres miran de reojo y mueven con menos entusiasmo las manos, pero todos los asistentes asienten cuando el presidente recalca que cualquier hombre que pegue a una mujer puede pasar tres años en la cárcel, de acuerdo con una ley que ha entrado en vigor hace 20 días. El voto femenino siempre ha sido un quebradero de cabeza para los asesores de Lula, que han tratado durante años de suavizar su aspecto. Su tono vehemente, el pelo y la barba, y el hecho de que siempre apareciera solo en el estrado, le restaba apoyos de las mujeres. Las canas y la presencia de su mujer han suavizado las cosas, pero 17 años después de su primera campaña, la diferencia entre hombres y mujeres que votan a Lula es de 10 puntos.

Mientras, Lula sigue sacando ventaja en medio de la tormenta de los casos de corrupción. En la encuesta publicada ayer por el diario Folha de São Paulo tiene una intención de voto del 55%, que le permitiría ser reelegido en la primera vuelta. Su más director rival, el socialdemócrata Geraldo Alckmin, de la Coalición por un Brasil Decente, todavía está a 20 puntos, aunque mantiene constante una tendencia al alza.

En Brasil, un punto porcentual equivale aproximadamente a un millón de votos. Lo que preocupa al equipo de Lula no es la diferencia, sino superar la barrera del 50%, y para ello las mujeres serán decisivas.