"Con o sin ETA, la solución pasa por el reconocimiento del derecho a decidir"

El portavoz del PNV, Joseba Egibar, sostuvo ayer en el debate un discurso que casa difícilmente con el que mantiene el presidente de su partido, Josu Jon Imaz. El contraste más llamativo lo constituyó su reivindicación del proceso del Pacto de Lizarra y de la legislatura pasada, con el plan Ibarretxe como leit motiv, así como su definición del proceso de paz y del diálogo político como dos caras de la misma moneda.

Egibar hizo además una encendida defensa del liderazgo del lehendakari y le atribuyó un papel fundamental a la hora de activar la participación de la sociedad vasca en el incipiente proceso de paz frente a lo que definió como intento de "anestesiar" a la ciudadanía desde el Gobierno de Zapatero. Según el portavoz peneuvista, la "operación" del Gobierno con el Estatuto catalán ha mostrado lo importante que es la participación popular para "apoyar y evaluar" el proceso.

Según Egibar, la solución del conflicto "con violencia o sin violencia, con ETA o sin ETA, pasa por el reconocimiento de la existencia a este pueblo y su derecho a decidir". Y se preguntó para qué es necesaria una mesa, algo que ya está asumido entre todos los partidos, si no se reconoce la necesidad de resolver un conflicto político.

Egibar reprochó a los socialistas que nieguen sistemáticamente la existencia del conflicto e ironizó afirmando que van a acuñar el nuevo concepto de "diálogo para el entretenimiento" en lugar de practicar el "diálogo para el entendimiento", tal y como ellos afirman.

Criticó que el presidente Rodríguez Zapatero no haya aportado lo suficiente a la "cocina" previa de la mesa de partidos. Y precisó que, si no se ha producido la reunión del Gobierno con ETA que debía haberse celebrado en agosto, es porque esta última no ha querido para evitar que se pusiera en marcha y tomara velocidad "un único carril", en referencia al diálogo Gobierno-ETA, mientras la iniciativa política quedaba retrasada al no ponerse en marcha la mesa de partidos.

En cuanto al portavoz de Eusko Alkartasuna, Unai Ziarreta, declaró "inadmisibles" lo que definió "maniobras dilatorias" del Gobierno socialista al que acusó de instrumentalizar la política penitenciaria y a los presos al no aplicar los derechos humanos.