Todos los rectores exigen a Camps que paralice la Universidad Internacional

Los rectores valencianos pudieron decírselo ayer más alto, pero no más claro: El proyecto de universidad internacional del presidente Camps es innecesario, caro, jurídicamente dudoso y reiterativo, puesto que los títulos académicos que pretende ofrecer ya son impartidos por las cinco universidades públicas. La única solución, en su opinión, es paralizarlo. Lo leyó el rector de la Jaume I, Francisco Toledo, delante del presidente de la Generalitat. Pero el discurso había sido pactado con sus cuatro homólogos. Camps recriminó más tarde a los rectores la dureza del texto.

El proyecto es caro, reiterativo y dudoso jurídicamente, afirman los académicos

Camps, inicialmente, no reaccionó. Tras un sonoro y largo aplauso dedicado al rector Francisco Toledo, el presidente de la Generalitat Valenciana eludió cualquier referencia al proyecto de creación de la Universidad Internacional Valenciana. Ni para defenderla ni para justificarla. Todo pese a que el rector de la Jaume I argumentó, en la apertura oficial del curso, que "en su concepción actual, la Universidad Internacional Valenciana será una fuente de problemas jurídicos y de gasto público innecesario que debilitará el sistema universitario en lugar de fortalecerlo".

En su discurso, Camps hizo alusiones al futuro, pero ni una referencia al proyecto que impulsa su Gobierno, pese a que Toledo habló claramente de una iniciativa que "se ha hecho sin contar para nada con ninguna universidad valenciana", pese a que el propio Camps dijo públicamente que se haría contando con ellas y de forma que fuera complementaria a la mismas.

El rector explicó que de los 12 títulos oficiales previstos para la nueva institución, todos menos uno ya se están impartiendo actualmente y, de ellos, ocho en la Jaume I. "No es complementaria", dijo Toledo y añadió que "incomprensiblemente", incluye titulaciones como Derecho, Gestión y Administración Pública y Humanidades, cuando la demanda actual para éstas "está ampliamente satisfecha".

Los rectores pidieron la paralización del proyecto hasta que "esté definido el espacio europeo de educación superior y podamos darle forma conjuntamente dentro del espíritu de colaboración entre las universidades y el Gobierno valenciano que deseamos todos".

El jefe del Consell no reaccionó, y loó en su discurso la trayectoria de la universidad castellonense y la "evolución espectacular" de las universidades valencianas. En privado, sin embargo, se dirigió visiblemente enfadado a los rectores por la dureza de su texto. "Cuando yo invitó a alguien a mi casa, no lo trato así", aseguró uno de los rectores que les dijo.

El acto de Castellón era a la vez la apertura del curso académico de las universidades valencianas. Por ello, y por la solicitud que se iba a plantear directamente al presidente de la Generalitat, acudieron los rectores de las universidades de Valencia, la Politécnica, la de Alicante, la Miguel Hernández y la Católica.

El ambiente tras el discurso del rector fue calificado por los asistentes como "cargado".

Toledo, aún así, no tuvo reparo en referirse a la firma in extremis (el jueves por la tarde), del acuerdo de inversión en infraestructuras docentes. Pero recordó que éste llega después de que la Jaume I haya estado tres años sin poder licitar infraestructuras "de las que dispone cualquier universidad". Camps sí respondió a esta cuestión para congratularse y decir que el Gobierno Valenciano es "consciente de que son necesarios muchos medios materiales para que las universidades puedan atender sus proyectos".

"Desde la Generalitat", subrayó, "continuaremos trabajando para establecer un nuevo marco estable plurianual de financiación que dé respuesta a las necesidades de las universidades con la vista puesta en el nuevo espacio europeo de educación superior".

Y anunció que el próximo año la Generalitat impulsará la elaboración de la propuesta sobre el complemento retributivo del profesorado universitario, así como su incremento progresivo para los siguientes ejercicios.