"No podemos ser la guardería de África"

María Luisa Zamora, consejera de Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias, de 50 años, está "satisfecha" con el desarrollo del Consejo Superior de Política de Inmigración celebrado el lunes, pero tiene prisa y no lo oculta. Dice que la reunión con las comunidades autónomas ha sido "positiva", pero les pide que definan "cuanto antes" cuántas plazas de acogida van a ofrecerles.

Pregunta. ¿Cuántos menores ha acogido Canarias este año? ¿Cuántos más respecto a años anteriores?

Respuesta. Las cifras se quedan desfasadas en horas. Ahora tenemos más de 900. Antes nunca llegábamos a 200, es decir, que en lo que va de año hemos acogido a casi 800 más. No podemos seguir acogiéndolos a todos. Es imposible. Hace falta un criterio de distribución por la Península porque los inmigrantes no vienen a Canarias, llegan. Nosotros no podemos ser la guardería de África.

P. ¿Había sitio para tantos? ¿Dónde están?

R. Hemos tenido que abrir cinco centros de emergencia para acoger a 500 menores. Hace cuatro meses incendiaron uno de los centros que habíamos habilitado justo un día antes de que entraran los menores. Es un caso aislado porque, en general, la población canaria ha reaccionado muy bien

P. Antes partían del Magreb y ahora del África subsahariana. ¿Se aprecia el lugar de procedencia en el carácter de los menores?

R. Sí, el carácter es totalmente diferente. Los subsaharianos son muy nobles, intentan relacionarse con los chavales de aquí y participan en todo. Se frustran mucho cuando les decimos que la ley les impide trabajar. Se frustran porque son niños, pero vienen como adultos, para enviar dinero a sus familias. Lo único que les echo en cara es que el otro día uno me llamó abuela. Los magrebíes son distintos, más de calle; se fugaban de las instalaciones.

P. ¿Qué impide enviarlos de nuevo con sus familias a sus países?

R. Nunca hemos repatriado a ninguno. Determinar quiénes son los familiares es difícil, pero no imposible. Con las llamadas que hacen por el móvil hemos conseguido identificar a los senegaleses. Si estuviéramos más en contacto con el grupo operativo de extranjería de la policía podríamos averiguar más. Al final, los chicos quieren volver con sus familias.