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Merkel, Chirac y Putin negociarán en París la participación rusa en EADS

El próximo 22 de septiembre se han dado cita en París el presidente ruso Vladímir Putin, la canciller alemana Angela Merkel y su anfitrión, el francés Jacques Chirac. Los tres andan implicados en la reestructuración del sector aeronáutico en Europa. Los europeos, a través de la European Aeronautic Defence and Space Company (EADS) en la que el Estado francés posee el 15% de la sociedad, la alemana DaimlerChrysler un 22,5%, la francesa Lagardère un 7,5% y la SEPI un 5%, adquirieron recientemente el 10% de Irklout, fabricante ruso de aviones de caza. Por su parte, los rusos, a través del Banco de Comercio Exterior de Rusia (Vneshtorgbank), controlan el 5,02% de EADS. Pero no es más que el principio.

Serguei Prikhodko, consejero de Putin, ha declarado que "si un día logramos definir nuestros intereses comunes entonces insistiremos para que nuestra participación pueda subir hasta la minoría de bloqueo". En Rusia dicha minoría exige la posesión de un 25% de los títulos pero EADS es una sociedad de derecho holandés y en los Países Bajos el porcentaje exigido es del 30%.

Desinversiones

En cualquier caso, si el banco ruso ha aumentado su participación hasta las actuales cotas se debe en buena parte a la decisión de los privados, Lagardére y DaimlerChrysler, de poner en venta el 7,5% de sus respectivas participaciones para invertir en sectores que estiman más rentables.

Para Arnaud Lagardère no hay ningún interés en "cambiar la composición del Consejo de Administración de EADS ni las bases del pacto franco-alemán" pues, aunque admite que "la industria aeronáutica rusa es excelente", cree que "las actuales formas de gobierno han probado su eficacia y no hay razones para modificarlas".

Los rusos juegan con el interés de EADS a la hora de renovar la flota de Aeroflot, un mercado que oscila entre 3.500 y 6.000 millones de euros según sea la prisa de Moscú por aparcar sus desfasados aviones. Además los rusos son también los principales suministradores de titanio para el constructor europeo y son los primeros productores mundiales de dicha materia, imprescindible en aeronáutica.

Todo eso explica que Putin quiera que Rusia entre en el Consejo de Administración de EADS y que ésa sea la vía elegida para relanzar su desfalleciente sector aeronáutico, hoy obsoleto y falto de una modernización que puede adquirir, a un precio razonable, convirtiéndose en accionista de Airbus.

La complejidad del asunto se hace evidente con la posición insostenible de Lagardère y DaimlerChrysler que, a pesar de vender, quieren seguir teniendo el mismo peso en la dirección. Porque, independientemente del porcentaje de participación, no es posible acceder al consejo de EADS sin contar con el apoyo de DaimlerChrysler y SOGEADE (Lagardére y el Estado Francés). Según los estatutos del consorcio europeo, únicamente estos accionistas tienen derecho de voto para elegir a los miembros del consejo.

Otro fabricante de aviones, el francés Dassault, que pertenece en un 45,76% a EADS y fabrica aparatos de combate y de negocios, ha puesto el dedo en la llaga: "estamos hablando de una industria de soberanía". Y eso exige "imaginar una aproximación política entre la UE y Rusia que se plasme en un futuro avión de combate europeo concebido con participación rusa".

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