Arte e historia se funden en Zarautz

La fusión entre historia y arte es una fórmula de la que algo saben en la localidad guipuzcoana de Zarautz y que cuenta allí con dos nombres propios: el Museo de Arte e Historia y el Photomuseum, el único centro español que se dedica de forma exclusiva a la fotografía.

El Museo de Arte e Historia incluye un completo yacimiento arqueológico con restos que se extienden desde la Edad de Hierro hasta la época moderna, incluidos vestigios romanos y una necrópolis medieval. En su afán por divulgar sus contenidos, el centro ha invitado a 23 artistas vinculados a Zarautz, les ha llevado a visitar el yacimiento y les ha pedido que interpreten la historia de la villa. Cada uno con su estilo y lenguaje personales, los creadores han dado a luz una serie de obras que se podrán contemplar hasta el próximo 29 de octubre en la sala de exposiciones de la casa de cultura Sanz Enea.

El Photomuseum expone el trabajo de 20 años de la fotógrafa Isabel Azkarate

A través de la pintura, la escultura, la fotografía, el vídeo, la música y la poesía, los artistas -unos ya reconocidos y otros dando sus primeros pasos en el mundo del arte- se han acercado a cuestiones como la muerte, los ritos funerarios, el recuerdo y el paso del tiempo, pero también a usos y costumbres ligados a Zarautz, como la pesca o la construcción naval.

El veterano pintor José Antonio Legorburu, por ejemplo, ha plasmado la tradición pesquera de la localidad a través de una serie de peces de colores. De colores son también las líneas de la vida que se van truncando plasmadas por el joven Aitor Sarasketa.

El escultor Juanjo Gurrea ha representado el paso del tiempo moldeando en madera un reloj que homenajea al que luce en la torre-campanario, edificio que alberga el Museo de Arte e Historia. Y Ramón Ignacio Serras ha marcado la diferencia entre las muertes aún en el recuerdo, plasmadas en fotografías de tumbas del cementerio de la localidad, y las muertes en el olvido, ilustradas con imágenes de los restos humanos encontrados en la necrópolis medieval.

La exposición también exhibe la partitura de la sinfonía Zarautz compuesta hace un par de años por Ángel Illarramendi, candidato a los Goya en varias ocasiones. "Nos parecía interesante mostrar esta sinfonía porque es una manera de impulsar su musicalización, todavía pendiente porque supone un gasto importante", apunta el director del museo, Juanjo Aranburu.

La muestra se complementa con varias actividades, como la visita guiada de esta misma tarde de la mano de la artista María José Aranzasti. El jueves próximo se presentará la obra de los creadores jóvenes que participan en la exposición y el 19 de octubre se celebrará una conferencia sobre música, poesía y vídeoproyección.

El Photomuseum también viaja por la historia, en este caso por la historia de la fotografía. Y en este caminar se detiene estos días en la obra de la fotógrafa donostiarra Isabel Azkarate, que presenta 20 años en 35 milímetros. Su cámara es su memoria, en la que han quedado grabadas imágenes que entremezclan gentes y paisajes cercanos -el pintor Vicente Ameztoy o los bosques de navarra- con rostros y rincones lejanos -los habitantes de Nueva Delhi o el caos de las calles de Nueva York-. La exposición estará abierta hasta el próximo 8 de octubre.