La tromba pulveriza 70 semáforos de Barcelona y pone los depósitos de agua casi al límite de su capacidad
Un total de 70 semáforos pulverizados por el efecto del aparato eléctrico de la tormenta, los paneles indicadores de la Diagonal sin luz, paros intermitentes en algunas líneas del metro, dos episodios de inundaciones en la parte más deprimida de la plaza de Espanya y en la Ronda del Mig y más cortes en otras vías de la ciudad. Ése era el panorama de la ciudad de Barcelona a primera hora de la mañana a consecuencia de la tempestad que se inició a última hora de la noche del martes y que persistió con intensidad variable a lo largo de la noche. Este panorama dificultó la movilidad de miles de personas.
En 12 horas, los siete depósitos de agua pluvial de la ciudad alcanzaron el 85% de su capacidad -310.000 metros cúbicos- y a media tarde de ayer ya se habían vaciado por completo -el agua se libera a la red de alcantarillado hasta llegar a la depuradora-en previsión de más trombas, según apuntaron técnicos de CLABSA, la empresa de alcantarillado de Barcelona. En 24 horas, la punta máxima de intensidad alcanzada fue de 144 litros por metro cuadrado, en uno de los pluviómetros de la Zona Franca. La media de precipitación caída en la ciudad fue de 84,4 litros por metro cuadrado, también en 24 horas.
La Ronda del Mig sufrió un corte de circulación de 10 minutos en la noche del martes por la acumulación de 80 centímetros de agua en su punto más deprimido. Lo mismo ocurrió en la plaza de Espanya durante una hora en la madrugada de ayer hasta que los bomberos achicaron el agua. La Ronda de Dalt y Vall d'Hebron también sufrieron cortes intermitentes y desprendimientos de tierras en varias calles, muchas de ellas colindantes con Montjuïc y el parque Güell. Los bomberos de Barcelona hicieron más de 40 salidas, la mayoría por inundaciones de bajos y retiradas de árboles de la vía pública sin que revistieran especial importancia. La más aparatosa fue la caída de 35 metros de un muro de hormigón del instituto Narcís Monturiol, en la calle de la Harmonia, que afectó a tres vehículos que estaban aparcados. Las playas de Barcelona también se vieron afectadas, en especial la de Llevant, la más cercana al Fórum, con pérdida de arena.
El metro, tras las interrupciones de la noche del martes, estaba listo para reiniciar el servicio a las cinco de la mañana después de achicar agua de varias estaciones. Pero una hora después empezaron los problemas. La línea 1 se interrumpió por la avería de un tren a las 5.54 y no se normalizó totalmente hasta las 7.00 horas. La entrada de agua torrencial anegó la estación de la misma línea de plaza de Espanya, que se cerró desde las 6.00 a las 7.23. Lo mismo ocurrió en el andén dirección Fondo de la estación de Just Oliveras, que estuvo fuera de servicio desde las 5.43 hasta las 8.16. La línea 5 funcionó parcialmente entre las 6.00 y las 7.00 de la mañana, franja en que la estación de Badal quedó fuera de servicio. Casi todas las interrupciones fueron originadas por acumulación de agua en los vestíbulos y accesos no porque se produjeran averías en el suministro o en los convoyes, según portavoces de TMB.
Pero si la red de alcantarillado y los depósitos fueron capaces de retener en buena medida el agua sin que se produjeran inundaciones destacadas o incidentes graves, no se puede decir lo mismo con la reparación de los semáforos dañados por la tormenta. Fuentes del Ayuntamiento señalaron que el problema principal es que las tormentas con aparato eléctrico queman completamente los componentes de los semáforos. Las mismas fuentes señalaron que todos los técnicos de mantenimiento del alumbrado estaban trabajando para restablecer la normalidad. Los paneles que indican los carriles reversibles de la Diagonal no funcionaron hasta media tarde de ayer.
Y de los 70 semáforos que quedaron inutilizados, unos 50 todavía seguían sin funcionar, algunos de cruces sensibles, como los del paseo de Colón-Via Laietana, Diagonal-Cerdenya y Aragó-Padilla. Algunos de esos cruces no fueron controlados por la Guardia Urbana, lo que originó problemas de tráfico.
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