La luz al final del túnel
La economía portuguesa muestra síntomas de recuperación
Portugal ha crecido un 0,6% en julio, encadenando un semestre de alzas consecutivas. El comercio minorista, el empleo, el comercio exterior también han mostrado síntomas de recuperación, lo que ha despertado el optimismo sobre el fin de seis años de crisis. El principal problema sigue siendo el elevado déficit fiscal y las reformas estructurales que no terminan de llegar.
La deuda pública de Portugal ya supera el 60% del producto interior bruto, desde el 53% que representaba en el año 2000
La economía portuguesa registra el sexto mes de crecimiento consecutivo, después de que su PIB se elevara un 0,6% durante el pasado julio
La economía portuguesa ha completado el sexto mes de crecimiento consecutivo, después de que su PIB se elevara un 0,6% en julio. Esta cifra está en línea con las previsiones de los analistas y "presenta una trayectoria ascendente", según el Banco de Portugal. Las previsiones de organismos internacionales sitúan en un 0,7% el alza de la producción portuguesa, después de crecer un 0,3% durante el curso pasado. La OCDE prevé que si las exportaciones se animan, el PIB luso podría llegar hasta el 1,5% durante 2007.
Gran parte de este repunte se debe al despegue de las ventas minoristas, el empleo y el comercio exterior. Los datos recientes indican que el consumo privado creció un 1,2% en julio en línea con las previsiones para este año y siete décimas por debajo de las estimaciones para 2007. El consumo es clave para la economía lusa, que debe basar su crecimiento en las ventas y la inversión, a cambio de reducir el peso del sector público en el gasto, lastrado por años de abultado déficit fiscal.
Menos inflación
El alza del consumo se ha visto impulsado por la reducción de los precios durante los últimos meses. Los datos de Eurostat indican que en julio la inflación de Portugal bajó hasta el 2,2%, gracias a la caída en los alimentos. El año pasado el IPC sólo creció un 2,1%, después de llegar al 3,3% en 2003. Las previsiones de la OCDE señalan que este indicador llegaría al 2,7% durante este curso, principalmente por el efecto de factores externos como los precios de los carburantes.
El empleo ha sido otra de las buenas noticias que ha recibido la economía portuguesa. Durante el segundo trimestre, el paro bajó un 0,4% en relación con los tres primeros meses del año, situando el desempleo luso en un 7,3%. Los datos oficiales señalan que la economía portuguesa creó 48.800 empleos más que en el periodo abril-junio de 2005. Portugal ha comenzado a mejorar las cifras de paro después de que en 2003 el desempleo llegara al 6,3%.
El principal problema de la economía portuguesa sigue siendo el control de sus finanzas. El déficit público llegó al 6% del PIB durante el curso pasado, un nivel insostenible para cualquier Estado. Desde su ingreso en el euro, Portugal ha vulnerado sistemáticamente el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea debido a un aumento en el gasto público, que no se ha compensado con el crecimiento de ingresos. En 2000, el déficit era del 10,4%, registrando su nivel más bajo de la década durante 2003, con un 4,8%.
Las cuentas fiscales
La deuda pública portuguesa ya supera el 60% del PIB, desde el 53% que presentaba en 2000. Los organismos internacionales y los analistas locales advierten que se hace urgente reformar el gasto público, mejorar la eficiencia de las cuentas fiscales y modificar el costoso sistema de salud. Los expertos también advierten de la necesidad de simplificar el sistema impositivo para dinamizar los bajos niveles de inversión extranjera.
La formación de capital fijo cayó un 2,9% en 2005, que se sumaría a las previsiones de una baja del 0,7% de este año y un alza del 2,8% para 2007. La OCDE también ha señalado que Portugal debería hacer más esfuerzos para incrementar la productividad de su capital humano, modernizar las estructuras económicas, aumentar la competitividad y retornar a la estabilidad y a la credibilidad de sus cuentas públicas.
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