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El PSE enfría la posibilidad de repetir este año un acuerdo presupuestario con Ibarretxe

Pastor subraya que el apoyo a las cuentas del actual ejercicio fue "excepcional"

El Gobierno va a hallar este año mayores dificultades para un entendimiento con los socialistas tendente a aprobar los presupuestos de 2007. Al menos así parecen apuntarlo las palabras del portavoz del PSE-EE en la Cámara, José Antonio Pastor, quien ayer calificó de "excepcional" el apoyo prestado el año pasado. "Ahora estamos en otro momento político distinto", subrayó en su primera comparecencia tras las vacaciones, pese a que también habló de "mano tendida". Pastor mantuvo un duro discurso contra el lehendakari y su Gabinete, al que ve "desaparecido".

Todo va a depender de la disposición del Gobierno, al que el PSE exigirá más que el año pasado en la negociación, a abrir la mano y de la decisión política que adopte el primer partido de la oposición en función de su conveniencia a escasos meses de las elecciones locales.

Los socialistas tendrán que determinar si les resulta más útil aparecer vinculados por acuerdos presupuestarios tanto al tripartito en el Gobierno como al PP en las instituciones alavesas, o, por contra, dejar que se visualice de nuevo la incapacidad de ambos para aprobar unas cuentas sin su concurso.

Pastor adelantó ayer que su partido mantiene "la mano tendida para negociar, pero dependerá de la voluntad del Gobierno de atender a problemas reales y no a entelequias". "Si no es en esa clave, el acuerdo no será en absoluto posible", advirtió, al tiempo que recordó que el apoyo prestado a las cuentas del año en curso fue fruto de un acuerdo "muy excepcional, porque había que dar un mensaje de tranquilidad y esperanza". "Ahora estamos en un momento político distinto", concluyó.

El año pasado por estas fechas se establecían ya los primeros intercambios de mensajes y los contactos de la vicelehendakari comenzaron muy temprano: Idoia Zenerruzabeitia se reunió con el PSE ya el 12 de septiembre. Los socialistas habían iniciado el curso político seis días antes recalcando la exclusividad que deseaban en la negociación de las cuentas.

El portavoz socialista mantuvo durante su comparecencia un discurso muy duro con el Gobierno y la negociación y eventual búsqueda de acuerdos sobre los presupuestos sólo salió a colación a preguntas de los periodistas.

La negociación mantenida en 2005 resultó exitosa y el pasado 29 de diciembre el Gobierno aprobaba las cuentas para el actual ejercicio con la amplia mayoría que la proporcionaron los escaños socialistas, salvo en lo que respecta a las ayudas a familiares de presos etarras. El acuerdo llegaba tras cinco ejercicios de precariedad, prórrogas e incidentes, incluida la anulación de las cuentas de 2002 por el Tribunal Constitucional y el plante de la oposición por el cambio en el sistema de votación de enmiendas al que recurrió el Ejecutivo para garantizarse margen de maniobra.

Pastor señaló que el año próximo será políticamente "intenso" y vendrá determinado por su carácter electoral. Aprovechó para resaltar que de nuevo se abordará la renovación de los ayuntamientos sin que Euskadi cuenta con una ley Municipal que garantice su autonomía y una financiación suficiente. Se trata de un compromiso incumplido legislatura tras legislatura por el Gobierno.

El portavoz socialista hizo recuento del primer año tras las elecciones autonómicas de 2005 para reivindicar que todos los asuntos de importancia aprobados en el Parlamento -presupuestos o Ley de Suelo- lo han sido gracias a sus votos, lo que ha asentado su condición de "partido clave". Y ello frente a un Ejecutivo al que consideró "desaparecido", "desbordado", "desfondado" y "sin ganas de enfrentarse a los problemas de la Euskadi real", una situación que intentaría disimular con "maniobras de despiste" y disputas identitarias.

Compromisos de Ibarretxe

El PSE no se dejará envolver en esa estrategia "de ruido" y tratará de poner a la Euskadi real y social en "el centro del debate". "Hay vida más allá de la que marca la agenda del señor Ibarretxe", ironizó Pastor, tras afirmar que la problemática política en Euskadi no se agota con el proceso de paz o el debate sobre la mesa de partidos.

Incluso ese foro, que el portavoz socialista calificó de "importante", pero del que Ibarretxe habla "compulsiva y obsesivamente", ocupará un lugar secundario en la estrategia parlamentaria del PSE para este curso, ya que lo considera una coartada con la que el lehendakari y su equipo tapan su "inactividad" y su anclaje "en las políticas del pasado".

El dirigente del PSE indicó que de todos modos su formación esperará al debate de política general del día 22 para ver si Ibarretxe adquiere compromisos concretos y fija un verdadero calendario legislativo en los terrenos de repercusión social que los socialistas reclaman.

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