Piqué reduce la presencia de la cúpula del PP en la campaña catalana

Por una vez el Partido Popular de Cataluña tendrá más autonomía para diseñar su estrategia de campaña en unas elecciones autonómicas. Y en los planes del candidato a la presidencia de la Generalitat, Josep Piqué, no figura un desembarco de la cúpula del PP nacional en Cataluña, al contrario de lo que ocurrió en la campaña de 2003 y en la del Estatuto del pasado junio. "Esta es una campaña de candidatos", recordó ayer Piqué en una conferencia de prensa para presentar el lema de su campaña, Que gane el sentido común, que el PP quiere contraponer al "desbarajuste" que, en su opinión, ha supuesto el tripartito de izquierdas.

Los populares catalanes creen que la imagen centrista y de moderación de Piqué beneficia sus expectativas electorales frente a la radicalización derechista con que son percibidos en Cataluña otros dirigentes, como el secretario general, Ángel Acebes, y el portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana. Pero ni Piqué puede permitirse prescindir de su apoyo para movilizar a todo el electorado popular en Cataluña, que en buena parte simpatiza con los posicionamientos más duros de la dirección.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, irá en tres ocasiones a Cataluña. Una de ellas para el mitin central de campaña y otra para la proclamación oficial de Josep Piqué como candidato a la presidencia de la Generalitat de Cataluña. Por su parte, Ángel Acebes acudirá otras tres, pero para presidir actos internos del partido, por ejemplo con interventores de mesas electorales.

La escasa presencia de dirigentes del PP contrasta con otras campañas anteriores. Así, en la del referéndum del Estatuto catalán Rajoy participó en siete actos, Acebes en dos y Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, en uno. En las últimas autonómicas de 2003, tanto el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, como Mariano Rajoy acudieron a cuatro actos electores.

Pacto con CiU

El PP catalán centrará su campaña en el área metropolitana de Barcelona y en la provincia de Tarragona, su principal cantera de votos y en donde se registró un porcentaje superior de sufragios negativos en el referéndum del Estatuto. El objetivo de los populares, explicó Josep Piqué, es intentar movilizar a sus tradicionales votantes en unas elecciones generales pero que en las autonómicas optan por otras opciones políticas. A pesar de estos propósitos, el líder del PP catalán admitió que, por el momento, sus encuestas internas no reflejan un crecimiento en la intención de voto. Esos sondeos otorgan al Partido Popular entre 13 y 14 parlamentarios (ahora dispone de 15) y a Convergència i Unió entre 49 y 51. Ambas formaciones no lograrían, por tanto, la mayoría absoluta del Parlamento que se sitúa en 68. En caso de un vuelco el día de las elecciones, Piqué advirtió a los nacionalistas de que un pacto de Gobierno no les "saldría gratis" como en anteriores legislaturas.

Piqué calificó como "una especie de golpe de Estado" los cambios de cartel electoral en el PSC con el desplazamiento de Pasqual Maragall y de Joan Clos.