Aprobada la Red Natura 2000, que protege un millón de hectáreas en Cataluña

El Gobierno catalán dio ayer, casi en el último suspiro, el visto bueno a la Red Natura 2000, una exigencia de protección de zonas derivada de directivas europeas. La medida convierte en zonas protegidas diversos parajes de Cataluña con una extensión de 1.040.155 hectáreas de las que 957.051 son terrestres y el resto de superficie marina. Convierte también en protegidos los cauces fluviales y parte de sus entornos. La superficie global protegida es el 29,8% del territorio de Cataluña.

La medida aprobada ayer por el Consell Executiu es la que ha tenido un proceso más amplio de debate y participación ciudadana en los tres años del tripartito, incluidos los meses en que se ha gobernado sin Esquerra Republicana, teniendo en cuenta que una parte sustancial de las propuestas originales de protección (el 65% de las presentadas) no han tenido alegación alguna que supusiera modificación sobre el original.

El Gobierno ha decidido, al final, aceptar más de la mitad de las alegaciones presentadas y ha incorporado 150 propuestas de ayuntamientos y otros organismos locales y 200 de entidades privadas y particulares.

Pese a todo, el camino de la Red Natura 2000 ha sido cualquier cosa menos algo fácil. Arrancó con la espada de Damocles de una denuncia ante los tribunales europeos por los incumplimientos derivados de la época de los gobiernos convergentes. Ha estado expuesto al debate público durante dos periodos de seis meses.

Pero, además, ha provocado un amplio debate dentro del propio Gobierno con posturas que, en algún momento, parecían abocadas al desastre. Sobre todo entre la voluntad proteccionista de Medio Ambiente frente a Agricultura. Este enfrentamiento entró en vías de solución coincidiendo con el cambio de los dos titulares de estas áreas (Salvador Milà en Medio Ambiente y Antoni Siurana, en Agricultura), aunque fuentes de Medio Ambiente aseguran que el acuerdo empezó ya con ellos dos y Francesc Baltasar lo ha culminado.

La declaración de zonas protegidas busca conservar especies en peligro, tanto de la flora como de la fauna catalana. En Cataluña hay 89 hábitats y 124 especies de interés comunitario, un porcentaje muy alto del total de España, donde hay 120 hábitats y 240 especies.

La norma declara la existencia de ocho espacios clasificados: el Pirineo, el Prepireneo, el llano agrícola, la montaña interior, las aguas continentales, la montaña litoral, las marismas litorales y los espacios marinos.

En el ámbito marino es donde, porcentualmente, más progresa la protección. En Cataluña estaban protegidas 7.327 hectáreas marinas que pasan a ser ahora 83.104. El objetivo es la protección de las zonas de algas posidonia y algunas especies de aves marinas.

Una parte de los terrenos protegidos tenían ya algún grado de protección, que ahora aumenta. Es el caso de los parques naturales, las reservas, los terrenos incluidos en los planes de espacios de interés natural y las zonas forestales declaradas de utilidad pública. Los planes territoriales, por su parte, habían procedido también a proteger algunos territorios. Francesc Baltasar sostiene que incluso los que se sienten perjudicados acabarán por apreciar las ventajas que suponen las medidas de protección de la Red Natura 2000.