Arde la torre más alta de la ciudad
Miles de personas que habían ido a ver a la selección de baloncesto fueron testigos de las llamas en la Castellana
La capital vivió anoche el incendio más espectacular y televisado desde la destrucción de la torre Windsor, el 12 de febrero de 2005. Mientras miles de personas aguardaban en la plaza de Castilla la llegada de la selección española de baloncesto, campeona del mundo, las plantas 42 y 43 de la torre Espacio -la situada más al norte de las cuatro en construcción en la antigua ciudad deportiva del Real Madrid- empezaron a arder. El fuego empezó sobre las 23.30 y al cierre de esta edición, las tres de la madrugada, las llamas aún no habían sido extinguidas totalmente. No hubo víctimas. La torre Espacio es hoy el edificio más alto de Madrid, con 162 metros de altura. Cuando esté terminada tendrá 223, aunque dos de los rascacielos vecinos alcanzarán los 250.
El incendio comenzó sobre las 23.30 en el rascacielos más cercano al hospital La Paz de los cuatro en construcción. Cuanto esté terminada, la Torre Espacio tendrá 52 plantas y seis de aparcamiento subterráneo. "Estábamos pendientes de ver pasar el autobús de la selección y fíjate dónde estaba el espectáculo", comentaron varias enfermeras, mientras observaban las llamas. Varios médicos y familiares de pacientes también hicieron corrillo en los alrededores. El centro sanitario adoptó medidas para evitar que el humo generado por el incendio afectara a sus pacientes, aunque finalmente no se corrió ningún riesgo.
Tampoco lo hubo, según insistieron las autoridades municipales, para los edificios cercanos ni los miles de aficionados que homenajeaban a la selección de baloncesto en la cercana plaza de Castilla.
El fuego, del que durante más de dos horas salieron llamas de varios metros de altura, visibles desde buena parte de la zona norte de la capital, afectó al aceite de los sistemas hidráulicos y se propagó rápidamente por el encofrado, cuyas maderas ardieron con facilidad al haber sido instaladas en la tarde-noche de ayer. La estructura, sin embargo, no resultó dañada.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, el vicealcalde Manuel Cobo, y el concejal de Seguridad, pedro Calvo, abandonaron precipitadamente el comité de recepción a la selección y se acercaron hasta el incendio. A las 0.20 de la noche el alcalde realizó una primera valoración de lo ocurrido: "Al parecer el incendio se ha debido a una combustión de material de obra, que se ha producido en el encofrado que hay entre la planta 42 y la 43. El incendio puede haberse producido por aceite utilizado en la construcción o material con combustión. En el momento del fuego no había operarios y no ha habido heridos", declaró.
Más tarde, Ruiz-Gallardón explicó que "el encofrado afectado ha sido instalado muy recientemente, concretamente a las 22.30 de esta noche".
Llamas a 142 metros
De fondo, a lo lejos, sonaba como si fuera una feria el ambiente de la fiesta dedicada al baloncesto. El alcalde no ocultó las dificultades que habían encontrado los bomberos para acceder al fuego. Las llamas estaban a 142 metros de altura, y la única manera que tuvieron los bomberos para acceder a la planta siniestrada fue a pie por las escaleras y con las mangueras en la mano. Subieron 12 hombres.
El incendio hizo recordar a muchos lo ocurrido en febrero del año pasado con la torre Windsor de Madrid. Como en aquella ocasión, muchos curiosos se acercaron hasta la zona a contemplar las llamas. "En el edificio no existe lo que se llama carga de fuego
[material combustible que pueda propagar el incendio]. Aunque hay que hablar con cautela, en principio no hay que temer que el incendio se pueda extender", declaró el regidor rodeado de los responsables de bomberos.
Mientras éstos salían y entraban con gesto serio del edificio, en la lejanía, pasadas ya las 0.30 de la noche, un animador micrófono en mano anunciaba "¡España, campeona del mundo de baloncesto!".
Hasta el lugar se desplazaron en un primer momento, al filo de la medianoche, diez dotaciones de bomberos del Ayuntamiento de Madrid y miembros de la Policía Municipal y Nacional. Un helicóptero sobrevolaba la zona para evaluar los daños. Al final fue necesaria la movilización de más de 50 vehículos de los servicios de emergencia.
"Tío, ya tenemos antorcha de bienvenida", comentaban unos chicos mientras observaban las chispas que saltaban en lo más alto de la noche. A la una de la madrugada los bomberos seguían trabajando a destajo, mientras que en la plaza de Castilla el locutor coreaba el nombre de los jugadores.
A la una de la madrugada los bomberos señalaron como posible causa del incendio la combustión de aceite de los sistemas hidráulicos, tal como había adelantado el alcalde. A esa hora el fuego aún no había sido controlado, y a diferencia de la visión que había una hora antes, el impacto del incendio ya era perfectamente visible a ras de suelo. Varios bomberos señalaron que la complejidad para atajar el fuego estaba en conseguir llevar el agua al incendio.
Mientras, la Policía Municipal intentaba ordenar el tráfico que discurría por el lateral del Paseo de la Castellana, antes del corte que había en la plaza de Castilla por la celebración festiva. En ningún momento fue acordonada ni desalojada la zona. Pasada la una de la madrugada llegaron al lugar de los hechos también el consejero de Justicia e Interior, Alfredo Prada, y la delegada del Gobierno en Madrid, Soledad Mestre.
En aquellos momentos, Ruiz-Gallardón explicaba que los bomberos se enfrentaban a un incendio "complejo y difícil" y anunció que sería necesario el uso de helicópteros para su extinción. Poco después, al filo de las dos de la madrugada, las llamas empezaron a remitir, pero a las 3.20 todavía seguía humeando el rascacielos.
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