Blasco defiende la postura del Consell ante la ley antitabaco

"La capacidad de aplicación eficaz de las leyes depende de su posibilidad real para cumplirse". Así se expresó ayer el consejero de Sanidad, Rafael Blasco, en relación a la controversia sobre la legalidad del decreto valenciano que desarrolla de una forma muy flexible y permisiva la ley antitabaco que entró en vigor el pasado viernes.

Este polémico decreto ya motivó la interposición de un recurso contencioso-administrativo por parte del Ministerio de Sanidad debido a que la obligatoriedad de crear una zona de fumadores sólo se exige a los locales de más de 120 metros cuadrados.

La normativa estatal fija la superfície a estos efectos en 100 metros cuadrados. Además, en el reglamento autonómico se permite a los empresarios utilizar cortinas de aire extractores para liberar el espacio de humos, algo que la ley rechaza explícitamente al hablar "separación física" de dependencias que deben estar completamente "compartimentadas".

Blasco defendió la postura de la Generalitat, que ha provocado que muchos establecimientos hagan caso omiso de las condiciones fijadas en la normativa estatal, y argumentó que la peor ley es aquella que no se cumple. En este sentido, dijo que el Gobierno valenciano ha permitido mediante el decreto la convivencia en restaurantes protegiendo siempre los derechos del fumador.

El consejero afirmó que es precisamente el carácter "flexible" de la normativa autonómica la que permite su aplicación. Blasco apoyó su discurso con algunos datos: "El 53% de los 8.000 establecimientos hosteleros de la Comunitat con más de cien metros cuadrados separarán físicamente la zona de fumadores en un período de entre 45 días y dos meses. Otro 39% instalará sistemas de purificación de aire" dijo.

Prevención

Blasco afirmó que sus planteamientos coinciden con los de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que defiende la necesidad de abordar el problema del tabaquismo de una forma integral. El líder popular quiso subrayar "que la consejería destina numerosos recursos a la prevención" mediante proyectos como las Aulas del tabaco, o el trabajo realizado en las Unidades de Conducta Adictiva. La reducción de los índices del tabaquismo demuestra, según Blasco, el éxito de sus actuaciones.

En los datos facilitados por la última encuesta de salud, afirmó, los fumadores han pasado de representar un 37,9% a un 29,6%. "Las políticas del Consell están dando frutos muy positivos" y el hecho de que "15.000 personas quieran dejar de fumar cada año y que el número de ex fumadores haya pasado del 11,8% en 2001 a un 19,7% en 2005" lo prueba.

En comunidades como Madrid o País Vasco, la falta de una postura clara o la declarada oposición a la ley también ha tenido como consecuencia que muchos locales la hayan quebrantado.