"Es tan remoto que me comparen con los nazis que no me hace daño"
A la derecha británica aún le escuece la concesión de la Palma de Oro del Festival de Cannes 2006 a su compatriota Ken Loach por su película El viento que agita la cebada. Loach no ha perdido ocasión para atizar con su cine al Gobierno de turno -con especial inquina contra Margaret Thatcher, la Dama de Hierro-, pero ha derramado el vaso con su particular visión sobre la guerra de guerrillas que culminó con la independencia de Irlanda a finales de los años veinte. Y es que el realizador no ha ahorrado escenas de barbarie protagonizadas por las tropas ocupantes. En seis semanas, Loach (Nuneaton, 1936) comenzará el rodaje de These times, pero ayer hizo un hueco para presentar en Madrid la cinta, que se estrenará en España el 15 de septiembre.
"Los británicos no reconocen su responsabilidad en Irlanda y, hasta que lo hagan, no veo de qué pueden negociar"
"Alguien sensible de la izquierda británica siente tanto lo que pasó en la Guerra Civil española como en la independencia irlandesa"
Pregunta. La derecha británica le ha calificado de "antipatriota que odia su país". ¿Se ha sentido herido?
Respuesta. No. Esa gente no me conoce. No es algo personal, es ridículo. Nos han comparado con Leni Riefenstahl -la cineasta favorita de Adolf Hitler-, con la propaganda nazi... Es tan remoto que no me hace daño. Han llegado a decir, incluso, que disfruté luciendo una corbata negra en Cannes, cuando cualquiera que me conoce sabe que me estrangulan.
P. Los datos hacen suponer que su cine es más admirado fuera de su país. En España se estrena con 90 copias frente a las 100 que se reparten Irlanda y Reino Unido, ha sido la película más vista en Francia el pasado fin de semana...
R. No es cuestión de que te quieran más o menos. En Francia, Italia y España se ha tomado siempre más en serio mi cine. El británico ha sido siempre una extensión del americano.
P. Se sentirá pues muy próximo a Winterbottom, azote también de Blair en su Guantánamo.
R. Sólo le he visto una vez y es un tipo amable. No hay muchas voces críticas en el cine británico pero sí en otros campos. Los cineastas críticos no consiguen financiación.
P. ¿Cómo ha reaccionado el IRA ante El viento...?
R. Los republicanos han dicho que la película no va a reclutar simpatizantes para el IRA. Muchos confiesan que han llorado. La responsabilidad es de personas como Churchill por haber impuesto tan cínicamente ese acuerdo entre comillas.
P. Afirma que a veces es necesaria la violencia para conseguir algo justo. ¿Hubiese sido un insurgente irlandés?
R. ¿Quién sabe? Por ejemplo Paul
[Laverty, guionista de El viento...] fue valiente y estuvo en primera línea de la guerra de Nicaragua haciendo reportajes sobre los abusos sobre los derechos humanos perpetrados por la Contra... Chapeau. Yo no fui a Nicaragua. Tenía una familia y era ya bastante mayor.
P. ¿Pero usaría la violencia si se sintiese oprimido?
R. Si oyes desde la cuna a tu familia explicar cómo la han echado de su casa, convives con un ejército de ocupación, ves las casas de tus amigos quemadas, eres humillado en la calle... Entonces, es fácil identificarte con la rebeldía.
P. El proceso de paz en Irlanda del Norte está llegando a su fin. ¿Era el momento más oportuno para abordar el tema?
R. No es relevante. Hablar de proceso de paz es un eufemismo que sólo usan los políticos. Son negociaciones. Los británicos siguen negándose a reconocer su responsabilidad y hasta que no lo hagan no veo de qué pueden negociar.
P. De modo que no ve cerca el final.
R. La gente ha dejado de poner bombas y la frontera ha dejado de ser importante, en parte por la cesión de muchos poderes a la Unión Europea. Además, la República de Irlanda está pasando por un momento muy próspero. Antes los lealistas querían mantener la frontera porque la parte de debajo de la isla era mucho más pobre. Ahora no tienen nada que perder. Es más, son más ricos. La ironía es que muchos polacos, estonios y lituanos trabajan en Irlanda en los oficios que hasta ahora los irlandeses desempeñaban en Gran Bretaña.
P. ¿Siente envidia de Irlanda, a la que tanto halaga?
R. Tiene esa historia larga de lucha y una cultura implícita antiimperialista. Hay algo muy de las tripas, que lo ves. Y cuentan chistes muy buenos. Según bajas del avión te ríes con el taxista.
P. España comienza ahora sus "negociaciones" con ETA. ¿Deberían hacerse películas de los orígenes del conflicto?
R. No me siento competente para hablar del tema. Pero creo que sí. Sé que Franco aplastó el idioma vasco... y, claro, eso se debe conocer.
P. Plasmar una guerra propia como la vista en El viento... le habrá resultado más doloroso que la Guerra Civil española de Tierra y libertad.
R. A cualquier persona sensible de la izquierda en Gran Bretaña le duele lo que pasó en España, y abordar ese tema era como escalar una montaña. Y con Irlanda es un idioma común -facilita ciertas cosas-, pero la izquierda británica no se comprometió tanto en su ayuda como con los republicanos españoles. Quizás porque no estaba tan organizada como en los años treinta. Duelen las dos guerras.
P. Comprende más la violencia del oprimido a la del opresor. ¿Disculpa a Hezbolá?
R. Es un conflicto tan profundo que es peligroso porque uno puede hablar demasiado ligeramente. Un acto de violencia da lugar a otro... Y sin minusvalorar los precedentes, lo que Israel está haciendo es indefendible. Está actuando como un brazo de la política estadounidense.
P. ¿Es su primer ministro el otro brazo de Bush?
R. ¡Uf! No puedo expresar mi absoluto desprecio no sólo a Blair como individuo, sino por todo su Gobierno.
Filmografía más importante
1990 Agenda oculta. Premio del Jurado en Cannes.
1991 Riff-Raff. Félix a Mejor Película Europea.
1993 Lloviendo piedras. Premio del Jurado en Cannes.
1994 Ladybird, Ladybird.
1995 Tierra y Libertad. Premio de la Crítica en Cannes.
1996 La canción de Carla.
1998 Mi nombre es Joe.
2000 Pan y rosas.
2001 La cuadrilla.
2002 Felices dieciséis.
2004 Sólo un beso.
2006 El viento que agita la cebada. Palma de Oro en Cannes.
Babelia
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