Barcelona acoge un nuevo festival dedicado al teatro latinoamericano
El teatro latinoamericano está presente en la cartelera catalana con cierta regularidad. Potenciar aún más su visibilidad es el objetivo de Ulls, el Festival Internacional de Teatro Latinoamericano de Cataluña que se celebrará entre el 13 y el 17 de septiembre en Barcelona. El teatro visual es el lenguaje más representado en la programación, con dirección general de la gestora cultural Rosina La Terza y dirección artística de Javier Pierella, procedente del mundo del teatro. La Sala Tallers del Teatre Nacional de Catalunya (TNC), la Sala Beckett, la Casa América y distintas bibliotecas públicas serán los escenarios de la iniciativa, en la que participarán siete compañías.
Vértice (Brasil), Altosf (fundada hace 30 años en Venezuela), Naku (también venezolana), Alánimo (cubana), Fábrica Teatro (con sede en Francia y compuesta por actores brasileños, venezolanos y argentinos), Teatro de los Sentidos (nacida en Colombia y radicada en Barcelona) y la argentino-catalana Verónica Pallini y Marc Roig son las compañías participantes. La soledad, el trabajo precario, la identidad de género, el conflicto generacional y el despecho amoroso son algunos de los temas desarrollados en sus espectáculos.
Además, habrá tres lecturas dramatizadas de textos de autores latinoamericanos a cargo de las actrices catalanas Marta Marco, Esther Freixa y Lali Barenys. Y a modo de actividades paralelas, algunas compañías impartirán seminarios, talleres y mantendrán encuentros informales con el público.
A decir de sus organizadores, la primera edición de Ulls puede considerarse una declaración de intenciones de cara al futuro. En próximas convocatorias esperan poder afianzarse, ampliar la oferta y extenderse por toda Cataluña. Aunque su ambición es más amplia. "Nuestro deseo es que el festival sirva para que Barcelona sea una plataforma de difusión del teatro latinoamericano en toda Europa", señala Rosina La Terza. El presupuesto de la primera edición ronda los 75.000 euros, un tercio de los cuales lo aportan la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. El resto procede patrocinadores privados.
