"Era un animal"
Un hombre que llevaba años aterrorizando a su familia mata a tiros en Sevilla a su esposa y a su hija embarazada
La violencia de género ha sumado en Osuna (Sevilla) un dramático capítulo, que ha costado la vida a dos mujeres, madre e hija, esta última embarazada. Francisco Lucena, albañil de 58 años, mató el sábado a tiros a su esposa, Carmen Serrato, de 54, y a una hija de ambos, de 33. Lucena llevaba años maltratando a su esposa y a sus cinco hijos y, desde el pasado día 12, pesaba sobre él una orden de alejamiento.
La Guardia Civil le había retirado dos escopetas. Fue inútil. El sábado acudió con dos de cañones recortados a casa de su hija, donde se había refugiado su mujer, y las mató. Luego se fue a casa y llamó a sus hijos. "Ahí tenéis vuestra herencia", les dijo. Después se disparó en la cara y quedó herido grave. El calvario al que Lucena sometía a la familia lo describía ayer su hijo Francisco:
"No era un hombre, era un animal".
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