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Crónica:CARTA DESDE BUENOS AIRES
Crónica
Texto informativo con interpretación

El placer de jugar al fútbol

Jorge Marirrodriga

Adrián con tan solo siete años lo tiene muy claro. Él es del Boca Juniors y, por supuesto, de la selección argentina. Junto a una decena de chavales de su edad corre tras el balón mientras el profesor / entrenador / árbitro relata en voz alta, imitando a los comentaristas deportivos, las evoluciones de los niños sobre el césped artificial. Todos ellos son parte de los 10.000 alumnos que desde los tres a los 15 años, están en la Escuela de Fútbol Claudio Marangoni, la primera y más importante de Argentina y que lleva 20 años enseñando a los chavales a disfrutar sanamente del juego, una imagen alejada de los grandes jugadores y los apasionados hinchas.

"Aquí todos los chicos son iguales. No hay pruebas de selección para el ingreso porque se trata de hacer algo participativo y formativo y de que los chicos crezcan a través del deporte", explica Víctor Montilla, coordinador de la escuela quien insiste en que no se trata de "formar estrellas" y revela que la institución no permite a los ojeadores de los equipos argentinos trabajar en sus instalaciones. Es otra cara del fútbol en Argentina, un deporte profesionalizado, competitivo y lleno de ídolos en el que muchas familias ven la puerta de salida a la falta de futuro.

La Escuela de Fútbol Claudio Marangoni, la primera de Argentina, tiene 10.000 alumnos

No es eso lo que planeó cuando colgó las botas Claudio Marangoni, volante del Boca Juniors, quien se planteó simplemente enseñar a los niños a disfrutar con el fútbol. "Se trata de que puedan hacer deporte con una sensación de bienestar y obtengan calidad de vida. Es cierto que de niños todos tienen la ilusión de ser jugadores profesionales, y aún más por el lugar que hoy en día ocupa el futbolista en la sociedad donde es un formador de opinión", explica el ex jugador. "Pero a medida que pasa el tiempo se dan cuenta de que eso no va a llegar y nosotros lo que queremos es que no pierdan la ilusión de jugar", añade.

Y aunque durante el último mundial de Alemania la televisión argentina ha repetido hasta la saciedad imágenes de celebraciones desaforadas o lloros desconsolados de los seguidores -la eliminación de la selección nacional se vivió como una tragedia colectiva- los 200 empleados de la Escuela, repartidos en 35 sedes en Argentina, tratan de inculcar a sus alumnos la idea de que el fútbol es un medio para aprender disciplina y divertirse. "Hay veces que nos traen chicos con dificultades de adaptación y tenemos que hacer un trabajo especial con ellos. En el fondo se trata de integrarlos en un grupo y trabajar en equipo", apunta Víctor Montilla.

Unos 5.000 alumnos de la Escuela pertenecen a centros de enseñanza pública a los que la institución sirve como extensión de la clase de educación física. Y al fútbol se han ido añadiendo otras actividades siempre con el mismo objetivo: divertirse. En la sede de San Isidro, a las afueras de la capital argentina, junto a una decena de terrenos de juego, hay una escuela de danza fundada por el bailarín Julio Bocca, otra de natación y otra de gimnasia rítmica.

A Adrián, con su camiseta de Argentina todavía le quedan tres años para aprender lo que es un fuera de juego. En otro campo varios pequeños de tres años apenas son capaces de atinar al balón y sonríen con picardía cuando el monitor les insiste en que no se puede coger la pelota con la mano. Son los argentinos que viven al margen de la industria, los que disfrutan jugando con el fútbol.

Muchas familias argentinas ven en el fútbol la puerta de salida a la falta de futuro.
Muchas familias argentinas ven en el fútbol la puerta de salida a la falta de futuro.REUTERS

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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