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Los estadounidenses desvinculan por primera vez la ocupación de Irak de la guerra contra el terrorismo

Yolanda Monge

Que Sadam Husein no fue el responsable del derribo de las Torres Gemelas parecería obvio. Sin embargo, hasta el pasado mes de junio seis de cada 10 estadounidenses creían lo contrario y consideraban que la guerra en Irak estaba íntimamente ligada a la guerra contra el terrorismo desencadenada por George W. Bush tras los ataques del 11-S. Esa tendencia ha cambiado por primera vez. Cada vez son más los estadounidenses que no encuentran relación directa entre ambos hechos, según informaba ayer el diario The New York Times con la publicación de una encuesta realizada de forma conjunta con la televisión CBS. El 51% de los entrevistados declaró no encontrar vínculo alguno entre la guerra en Irak y la guerra contra el terror de Osama Bin Laden. La encuesta, realizada a 1.206 adultos del 17 al 21 de agosto, muestra un incremento de 10 puntos porcentuales desde junio en el número de estadounidenses que no creen que haya vinculación.

Tan recientemente como el pasado lunes, Bush defendió que la guerra de Irak es "esencial" para prevenir ataques terroristas dentro de EE UU y dijo que esperaba que las tropas permanecieran en el país árabe el resto de su presidencia. "Si ustedes creen que el trabajo del Gobierno es garantizar la seguridad del país", declaró, "es muy importante que entiendan que el éxito en Irak forma parte de esa seguridad".

En la encuesta, sin embargo, el 55% aprueba la forma en la que el presidente de EE UU conduce la guerra contra el terrorismo, y el 38% expresa su desacuerdo. Éste es el mayor índice de aprobación de la gestión del conflicto por parte de Bush desde el verano pasado y llega seguido de las detenciones en Reino Unido de los sospechosos de montar un compló para derribar aviones en vuelo.

Los índices de gestión global de la presidencia son decepcionantes aunque permanecen estables desde la semana pasada: sólo el 36% de la población cree que el presidente está haciendo bien el trabajo para el que le votaron. El 57% considera todo lo contrario. A estos datos se suma que el 46% de la muestra considera que su jefe de Estado está demasiado concentrado en Irak y ha desenfocado otros puntos de posible conflicto.

Si la guerra en Irak no le daba ya suficiente motivo de preocupación a la Casa Blanca para las elecciones legislativas de noviembre, el martes el Cuerpo de Marines anunció su intención de llamar a filas a unos 2.500 reservistas para enviarlos a Irak o Afganistán.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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