Ségolène Royal critica las expulsiones de inmigrantes decretadas por Sarkozy
La aspirante socialista a las presidenciales francesas presenta las bases de su programna
La presidenta socialista de la región Poitou-Charentes y aspirante a la candidatura presidencial de Francia en 2007, Ségolène Royal, dio ayer un paso más en su confirmación como favorita dentro del campo socialista. En Frangy-en-Bresse (centro del país), fue la estrella invitada de la tradicional Fiesta de la Rosa, y tuvo la oportunidad de exponer las grandes líneas en las que quiere enmarcar su política. Royal aprovechó la ocasión para criticar las "expulsiones-espectáculo" de sin papeles ordenadas por el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy.
El tema de la inmigración, que sin duda será uno de los más presentes en las próximas presidenciales, fue abordado por Ségolène Royal mientras Sarkozy, desde Arcachon -una ciudad balneario del suroeste de Francia-, insistió casi al mismo tiempo en su proyecto a favor de una "inmigración escogida y no sufrida".
Para Ségolène Royal, "la fórmula es insoportable" porque, las potencias coloniales "después de haberse dedicado durante años al pillaje de las materias primas de sus colonias, ahora, con la inmigración escogida, quieren concentrarse en el pillaje de materia gris".
Sarkozy no tardó en contestar a la que se ve como su más probable contrincante en las elecciones de 2007. "He cumplido con mi deber", declaró ayer el ministro de Interior, antes de dirigirse directamente a Royal: "Si la señora Royal quiere que en Francia aceptemos a todos los clandestinos, que les encontremos una vivienda, un empleo, y que se mande al mundo entero el mensaje de que todos pueden venir, como sea y en cualquier condición, que lo diga a los franceses".
En Frangy-en-Bresse -en el centro del país-, la candidata socialista, sonriente y vestida de blanco, quiso precisar su posición en áreas sobre las que hasta ahora no se había pronunciado. Así, sobre la política europea, insistió en la necesidad de "iniciativas en materia de medio ambiente, con la aplicación del llamado protocolo de Kioto por parte de todos los países de la UE", favorecer la eclosión de las "energías renovables", la lucha "contra los pesticidas responsables de tantos problemas de salud", y se manifestó también partidaria de favorecer una fuerte inversión comunitaria en educación e investigación. Sobre la división del Partido Socialista (PS) en el momento del referéndum sobre la Constitución europea, dijo estar convencida de que tanto los socialistas que defendían el no como los que propugnaban el sí "queremos la misma Europa". En cualquier caso, "la impotencia de Europa no refuerza Francia sino que la debilita".
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su "eje del mal" fueron tratados de "simplistas". "Las guerras preventivas agravan los problemas que dicen querer tratar. Sólo Bush piensa que hoy el mundo es más seguro después de la ocupación de Irak", dijo. Para ella la reciente guerra en Líbano sólo "viene a confirmar la impotencia de la fuerza". Recordó que "la miseria es la primera causa de desestabilización del mundo", y se declaró "avergonzada" al descubrir que "Francia ocupa el puesto 18 de 21 entre las naciones que contribuyen a la ayuda al desarrollo. Y, además, nuestra ayuda va preferentemente a países poco democráticos".
La familia, como núcleo transmisor de valores, y el "valor trabajo" estuvieron en el centro de un discurso que insistió en la necesidad de "luchar contra la desigualdad de oportunidades". También lamentó la supresión del servicio militar obligatorio, "último reducto en el que se encontraban reunidos franceses de todos los orígenes". La oradora comenzó por situarse dentro de "la familia socialista como continuadora de la obra de [el ex presidente] François Mitterrand, pero continuadora desde la renovación".
Una encuesta publicada ayer daba a Ségolène Royal como el único de los candidatos socialistas capacitado para derrotar a Sarkozy. El número dos del PS, el alcalde de Dijon François Rebsamen, se ha declarado segolinista porque "ella avanza y crea movimiento". Otro ex ministro socialista, Jean-Louis Bianco, estima que "Ségolène encarna la renovación". Para el diputado Christophe Caresche, "sin duda la de Lionel Jospin es la mejor candidatura pero no cuaja en la opinión pública". De ahí que "ella sea inevitable".

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