Las calles de Sants inician sus fiestas con enorme sabor familiar
Un vecino fallece mientras montaba el decorado en la calle de Roses
Los vecinos de Sants daban ayer los últimos retoques a los decorados que engalanan el barrio con la ilusión de que el jurado premie hoy el trabajo que realizan desde hace meses y escoja a su calle ganadora del concurso de adornos. Las 12 que participan en el certamen amanecieron con ruidosas tracas de petardos y sardinadas populares que sirvieron para dar la bienvenida unas fiestas que se prevén intensas.
Más que ninguna otra en Barcelona, la fiesta mayor de Sants tiene un sabor popular y familiar que se percibe sólo con pasear por sus calles. Ayer dio comienzo la de este año. Era el momento de que los vecinos compartieran mesa y mantel y disfrutaran de los coloridos adornos en los que han trabajado codo a codo desde Semana Santa para que luzcan estos días.
Por encima de la calle de Sants se agrupan algunas de las candidatas con más tradición. Es el caso de la calle de Valladolid que, como alguna de sus competidoras, se ha engalanado en esta edición con motivos que recuerdan sus 25 años de participación en las fiestas y un enorme pastel de cumpleaños. Otras han optado por un decorado que evoca épocas pasadas, como la calle de Vallespir, que se ha convertido en una auténtica jungla y recibe a los visitantes con varias reproducciones de dinosaurios del jurásico. La calle de Guadiana, en cambio, se ha inclinado este año por la Roma imperial y ha convertido su entrada en la fachada de un templo enorme. En su interior, el visitante se ve flanqueado por un buen número de columnas, entre las que se encuentra un gladiador a punto de enfrentarse con un tigre amenazador y una reproducción de la mítica loba que amamantó a Rómulo y Remo.
La calle de Roses y la de Robrenyo dan un toque de exotismo a las fiestas. Los vecinos de la primera han construido una reproducción del edificio más representativo de la India: el Taj Mahal. La calle de Roses decidió ayer suspender los actos festivos debido al fallecimiento del vecino Alfonso G., de 64 años, como consecuencia de una caída mientras estaba montando el decorado. No obstante, sí se mantendrá éste todos los días que duren las fiestas.
La calle de Robrenyo apuesta por el encanto de Japón y en su entrada los vecinos han levantado un portal que recuerda la fachada de un templo nipón.
Tampoco faltan en esta edición los habituales homenajes. La comisión de fiestas de la calle de Sagunt ha dedicado su decorado a Mozart, de quien este año se conmemora el 250º aniversario de su nacimiento, mientras que la de Alcolea Dalt recrea el fantástico mundo de Peter Pan y sus enfrentamientos con el malcarado Capitán Garfio. En la calle de Galileu han pensado en el mundo de las motos, y una reproducción de una Harley-Davidson y otra de una Vespa adornan la calle.
La ganadora del año pasado, la plaza de la Farga, recrea la máquina del tiempo de la película Regreso al futuro y propone un repaso a los 25 últimos años de las fiestas de Sants mediante una colección de fotografías.
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