Detenido un libanés por el atentado fallido contra trenes alemanes
El sospechoso está acusado de colocar varias bombas en maletas el pasado 31 de julio
Uno de los dos presuntos terroristas que supuestamente colocaron dos bombas el 31 de julio en trenes alemanes fue detenido en la madrugada de ayer en la estación de Kiel (norte de Alemania) cuando se disponía a huir en tren. La fiscalía cree que detrás de los atentados se encuentra una organización terrorista desconocida hasta ahora, pero no hay pruebas de que el atentado fallido tuviera un trasfondo islamista.
El detenido y otro sospechoso colocaron, según la versión policial, dos maletas explosivas en sendos trenes regionales que pasaron por la estación de Colonia con diferentes destinos y que fueron halladas en Dortmund y en Coblenza. Las explosiones no tuvieron lugar gracias a un error de fabricación de las bombas.
La detención se produjo a las 3.53 de la madrugada de ayer y provocó el cierre de la estación de Kiel durante cinco horas, retrasos y la paralización de varias líneas de ferrocarril. Se trata del sospechoso que aparece en los vídeos distribuidos el viernes por la policía vistiendo una camiseta de la selección alemana de fútbol con el número 13.
El ADN del capturado y sus huellas dactilares coinciden con pistas encontradas en una de las maletas, declaró ayer en Karlsruhe la fiscal general, Monika Harms. Se trata de un estudiante libanés de 21 años llamado Youssef Mohammed -el apellido no fue facilitado- que vive desde septiembre de 2004 en Alemania y estudia Mecánica Electrónica en Kiel desde febrero de 2005.
Con esta detención, que tuvo lugar gracias a la presión ejercida por la publicación en los medios de las imágenes de los sospechosos, se confirma que se trata de una red terrorista desconocida hasta ahora. Ello se deduce de que dos explosiones simultáneas en dos trenes requieren una preparación logística considerable. Aunque la investigación se encuentra en un estadio aún muy preliminar, se sospecha que hay más personas implicadas.
Aunque el detenido destacaba por ser muy religioso, el presidente de la policía criminal alemana (BKA), Jörg Ziercke, advirtió ayer en Kiel de que "no tenemos pruebas de que el móvil del atentado sea el fundamentalismo islámico". Agentes de la policía registraron ayer su habitación de la residencia de estudiantes donde vive, en la que también encontraron un taller.
El otro presunto terrorista seguía libre hasta la tarde de ayer, por lo que las autoridades actuaron con cautela al informar a la prensa, dejando muchas preguntas sin responder. Tampoco quisieron confirmar que la pista decisiva para la detención procedió de los servicios secretos de un país extranjero. "No sabemos cómo va a reaccionar la otra persona", declaró Ziercke, que apuntó el peligro de que corrija el error de fabricación de la bomba e intente el atentado de nuevo. "Estamos evaluando el material incautado. Seguimos muchas pistas", explicó Ziercke.
El detenido, que permaneció ayer bajo custodia policial en Kiel, será llevado hoy a Karlsruhe y puesto a disposición de la juez instructora del caso. Youssef Mohammed será acusado de pertenencia a organización terrorista e intento de asesinato múltiple.
Por el hallazgo en las maletas de números de teléfono libaneses, una lista de la compra escrita en árabe -en la que aparecen aceitunas y un yogur libanés- y una bolsita de un condimento libanés, se sospecha que las bombas debían dar un aviso relacionado con la guerra en Líbano.
Las dos detonaciones simultáneas debían producirse en trenes medio vacíos fuera de hora punta, 10 minutos antes de llegar a la estación, donde hubiesen causado daños mucho más graves. Los individuos que supuestamente las colocaron, bajaron de los trenes antes de las 14.30, hora prevista de la detonación.
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