La tolerancia de los Mossos d'Esquadra evita altercados durante la fiesta mayor de Gràcia
Jóvenes antisistema se manifiestan contra el amplio dispositivo policial en el barrio
Vigilar, pero intervenir sólo en casos de violencia. Ésta es la actitud que mantienen los Mossos d'Esquadra en la fiesta mayor de Gràcia, masificada durante el fin de semana. La policía ignora las provocaciones de algunos remisos a acabar la jarana. Las juergas improvisadas se multiplican de madrugada y superan con creces los horarios permitidos, pero los agentes no desalojan plazas y calles a la fuerza. Evitan así los altercados de la edición anterior. Con esa tolerancia como telón de fondo, un grupo de jóvenes antisistema se manifestó ayer contra el despliegue policial en el barrio.
La protesta comenzó con una traca de petardos en la plaza de la Revolució y, tras recorrer varias calles de Gràcia, se disolvió pacíficamente en la plaza del Poble Romaní, lugar que acoge una de las fiestas alternativas permitidas por el Ayuntamiento. La marcha, convocada por la Coordinadora Antirrepressiva de Gràcia, fue seguida por unos 70 jóvenes, que gritaban proclamas contra los Mossos d'Esquadra y llevaban banderas independentistas. Dos encapuchados realizaron pintadas en paredes y contenedores en las que tildaban a los Mossos de "españolistas" y les exhortaban a abandonar el barrio. La manifestación provocó retenciones de tráfico en la calle del Torrent de l'Olla y otras vías.
Durante su desarrollo, no apareció ningún agente de los Mossos. Se repetía así una imagen recurrente en esta fiesta mayor, marcada por la tolerancia de la policía. De madrugada, las farras improvisadas han superado ampliamente los horarios permitidos, pero la policía no ha realizado desalojos a la fuerza para evitar enfrentamientos con los remolones. Esta actitud ha evitado hasta ahora incidentes de gravedad y altercados. Los Mossos se han limitado a vigilar y a decomisar instrumentos de percusión y productos de los pocos vendedores ambulantes que aparecen por la fiesta mayor de Gràcia, que acaba mañana.
En ocasiones, esta tolerancia ha envalentonado a algunos de los juerguistas, que increpan a los agentes y les dedican gestos obscenos. A la espera de lo que pudiera pasar en la madrugada de hoy, tradicionalmente la más masiva y crítica de toda la fiesta mayor, fuentes policiales califican de éxito este amplio despliegue. El presidente de Convergència i Unió en el Ayuntamiento, Xavier Trias, ha reconocido que el consitorio "ha hecho las cosas bien" este año.
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