Benidorm logra una ocupación hotelera del 93,2% en la primera mitad de agosto pero no supera el dato de 2005

El turismo sigue haciendo su agosto este mes aunque sin lograr en general superar las cifras de 2005. La ocupación hotelera de Benidorm alcanzó durante la primera quincena de este mes de agosto el 93,2%, lo que supone 0,6 puntos menos que en el mismo periodo del año anterior, según explicó ayer la patronal Hosbec.

La patronal repasó la marcha de los distintos establecimientos y, así, amplió que los de dos estrellas registraron en este periodo una ocupación del 95,4%; los de tres, del 92,8%; y los de cuatro, del 93,2%. Hosbec también ofreció ayer datos del tipo de clientes que se alojaron en sus establecimientos durante este periodo. El 55,7 % de los turistas fueron nacionales, y un 44,3% extranjeros. Del total de turistas foráneos, el 31,4% era británico; el 4,6% portugués; el 2,6% belga; el 1,9% francés; y el 1,3 % holandés.

La patronal hotelera también indicó que la ocupación prevista para la segunda quincena de este mes de agosto se sitúa en un 90,7%.

Sobre la evolución del primer tramo de agosto también habló el jueves la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA), que explicó que en la ciudad la ocupación de los establecimientos creció un punto sobre el mismo periodo del año anterior (81,3%), mientras que en los de la playa de San Juan mantuvieron los niveles de 2005 con una ocupación media del 87,4%.

El inicio de este verano estuvo marcado por una actitud de cautela e incluso de preocupación. Los hoteles de la ciudad de Alicante, por ejemplo, hablaron durante la primera mitad de julio de una caída en la ocupación del 6% aunque la atribuyeron al aumento de plazas disponibles. Y los hoteleros de Gandia, otra de las grandes zonas turísticas de la Comunidad Valenciana, aglutinados alrededor de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de la Safor realizó un balance del primer mes y medio preocupante porque los resultados fueron más negativos que en los ejercicios anteriores. Los empresarios alertaron entonces de que las estancias son cada vez más cortas y el gasto medio de los visitantes no crece.