_
_
_
_
Reportaje:La lucha contra los incendios forestales

La economía también se quema

La lista de damnificados incluye a propietarios de montes, agricultores, ganaderos, hosteleros y la concesionaria de la autopista

Las decenas de miles de hectáreas de monte calcinadas en los últimos 10 días son la señal más visible de la oleada de incendios que está viviendo Galicia, pero el impacto económico de la catástrofe también ha empezado a dejarse sentir cuando las llamas todavía no han terminado de extinguirse. Nadie se atreve todavía a dar cifras de las pérdidas que han podido sufrir los sectores afectados, aunque todos coinciden en que la factura final ascenderá a cientos de millones de euros y será difícil afrontar los gastos ocasionados por el fuego si no existen ayudas.

Entre los colectivos afectados se encuentran propietarios de montes, agricultores, ganaderos, hosteleros y empresas de distintos sectores. Aunque muchos montes han perdido parte de su valor económico por su abandono, la riqueza forestal sigue siendo un activo importante en la Galicia actual. La Asociación Forestal de Galicia (Asforgal), que agrupa a 1.800 propietarios de montes de la comunidad autónoma, estima que sus asociados han sufrido la pérdida de unas 10.000 hectáreas arboladas de un total de 80.000 que poseen. Su presidente, Francisco Fernández de Ana, asegura que las zonas más afectadas son el sur de la provincia de Pontevedra y la comarca de Padrón. Si tenemos en cuenta que el rendimiento anual de una hectárea de eucalipto es de unos 350 euros anuales y la de pino asciende a 375 euros, el saldo final es que el fuego ocasionará pérdidas anuales cercanas a los cuatro millones de euros durante el tiempo en que tarden en recuperarse los árboles perdidos.

Más información
La Xunta asegura que no queda ningún incendio fuera de control en Galicia

"Muchas de las plantaciones afectadas son de árboles jóvenes en las que se habían hecho inversiones importantes y que ahora van a dejar a los propietarios descapitalizados", explica Fernández de Ana, quien reclama que haya ayudas públicas para los propietarios de los montes afectados por el fuego. "Tras el incendio de Guadalajara hubo ayudas pero en la mayor parte de los casos se destinaron a los ayuntamientos, que no plantan árboles ni cuidan los montes", apunta.

El presidente de Asforgal no cree que exista una motivación económica detrás de los que incendian los montes y desmiente el mito de que la madera quemada sea un buen negocio para los propietarios de los árboles: "El beneficio que se obtiene de la madera afectada por el fuego es mucho menor, entre otros factores porque el peso del producto quemado es inferior. Además, nadie quiere trabajar en un monte quemado porque es muy molesto y estropea la maquinaria".

Aunque los propietarios de montes son los principales afectados, hay otros sectores que también han sufrido pérdidas inmediatas. Es el caso de Audasa, la concesionaria de la autopista AP-9 que comunica la fachada atlántica gallega, que se vio obligada a dejar de cobrar el peaje entre Santiago y Vigo la pasada semana debido a los continuos cortes de tráfico por la proximidad de las llamas. El descenso de ingresos durante los días en que no se cobró a los automovilistas asciende a unos 2 millones de euros. Una cantidad similar ha perdido la empresa de curtidos Picusa, ubicada en Padrón, que sufrió el impacto de las llamas de un incendio forestal en tres de sus naves.

Reservas canceladas

Los turistas que hasta la semana pasada llenaban los establecimientos hoteleros comenzaron a realizar cancelaciones al ver el panorama de humo y fuego que les esperaba. Los más afectados son los hoteles rurales y los cámpings e incluso varios de ellos tuvieron que ser desalojados por la cercanía de las llamas. El presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería de Galicia (Cehosga), Juan Silva, indicó ayer que el número de cancelaciones asciende a cerca de 500, la mayor parte de ellas en Pontevedra y A Coruña, las más afectadas por el fuego. Los empresarios del sector ya se han reunido con la Xunta para reclamar medidas para reparar la dañada imagen turística de Galicia. Los hoteles rurales han visto arruinada la temporada en la que obtenían mayores rendimientos. Sin embargo, otras comarcas que no han sido alcanzadas por el fuego, como la Mariña lucense, han registrado en estos días un aumento de la demanda hotelera.

En el sector agrícola y ganadero, la oleada de incendios se ha sumado a la sequía que ya estaba afectando a muchos cultivos. La secretaria general del Sindicato Labrego Galego (SLG), Lidia Senra, señala que aún se están evaluando los daños pero ya hay constancia de pérdidas en viñedos, prados, silos e invernaderos, así como en cultivos de gran tradición en Galicia como el maíz y la patata. La sequía y los incendios se han cebado especialmente con pastos y forrajes y obligarán a muchos ganaderos a adquirir en otros lugares el alimento de sus animales.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_