La empresa de limpieza de Sevilla y Sacyr se alían para concursar por el servicio de basuras de Madrid

Lipasam, la empresa de limpieza del Ayuntamiento de Sevilla, optará a uno de los mayores contratos de recogidas de basuras que se han puesto en el mercado en los últimos años. El Ayuntamiento de Madrid ha abierto un concurso para adjudicar la recogida de basuras en el centro de la ciudad hasta 2015. Y está dispuesto a pagar 470 millones de euros por este servicio. La sociedad municipal sevillana tiene una participación minoritaria (20%) en una unión temporal de empresas (UTE) con Sufi, filial de Sacyr Vallehermoso, que participa en el concurso.

El Ayuntamiento de Sevilla decidió en 2005 integrar sus empresas de limpieza (Lipasam), vivienda (Emvisesa), transporte (Tussam) y agua (Emasesa) en una Agrupación de Interés Económico. Su primer objetivo era racionalizar gastos para contener las pérdidas, pero también la diversificación de ingresos, con la participación en concesiones públicas de otros municipios. Una vía que han ensayado, sobre todo, Emasesa y Lipasam.

La empresa de limpieza de Sevilla ya participó el año pasado en un concurso convocado por el Ayuntamiento de Almería para adjudicar el servicio de recogida de basuras en la capital almeriense. Lipasam concurrió entonces en una unión temporal de empresas comanda por Sacyr y su filial de medioambiente Sufi. El concurso se lo llevó Urbaser, pero la experiencia sirvió para preparar otra oferta a un concurso mucho más jugoso: el que resolverá, después del verano, qué empresa se hará cargo de la recogida de basuras en los diez distritos más céntricos de Madrid.

Para participar en el concurso, Sufi y Lipasam han formalizado su nuevo acuerdo en otra UTE. En el acuerdo, Sufi considera "necesaria" la colaboración de Lipasam "sobre todo, en la primera fase de implantación y puesta en funcionamiento de los servicios objeto del concurso". La naturaleza de la participación de Lipasam, centrada en la asistencia técnica, determina que su participación en la unión temporal de empresas se quede en el 20%. Y también varias cláusulas del acuerdo. Así, en caso de que se logre la adjudicación, Sufi abonará una cantidad fija a Lipasam "en concepto de beneficio de la UTE". Un pago, que según los baremos del acuerdo, puede llegar a un máximo de 1,2 millones de euros.

A cambio, Sufi asume la gerencia de la UTE, "todos los costes inherentes a la preparación y presentación de la oferta" y cualquier "obligación pecuniaria o no" que se le pueda generar a Lipasam por estar en la UTE. El acuerdo incluye también una cláusula que prevé la posibilidad de Lipasam ceda su participación a Sufi tras la adjudicación.

Al anunciar el concurso, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, señaló que en el nuevo contrato se privilegiarán las ofertas que mejoren los aspectos ambientales del servicio actual, prestado por FCC desde 1972. Y ahí es donde entra en juego la participación de Lipasam, que en los últimos años ha recibido varias distinciones del sector (ha sido la primera española en lograr dos veces la escoba de platino) por su red de puntos limpios (con contenedores para materiales reciclables) y la implantación de sistemas de recogida neumática de residuos.