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Reportaje:Trama terrorista en Reino Unido

La 'madre de Satán' y otras bombas líquidas

Expertos españoles analizan el uso de tres tipos de explosivos en la red terrorista británica: nitroglicerina, nitrometano, TATP

Jorge A. Rodríguez

Las autoridades británicas sólo han facilitado tres datos sobre el explosivo que iban a utilizar los conjurados para atentar en aviones en vuelo: que iba a ser líquido, que iría en el equipaje de mano y que era difícil de detectar. La falta de concreción ha desatado un sinfín de teorías sobre qué tipo de líquido explosivo iba a ser utilizado. Tres son los candidatos más firmes: la nitroglicerina, el nitrometano y el triperóxido de triacetona (TATP) húmedo, más conocido como la madre de Satán.

La nitroglicerina es uno de los explosivos líquidos o gelatinosos más inestables, volátiles y difíciles de manejar. El propio Alfred Nobel, inventor de la dinamita, vio cómo su fábrica de Estocolmo volaba por los aires en 1864 cuando intentaba mejorar esta sustancia, inventada por el italiano Ascanio Sobrero. Su aspecto incoloro, tirando a amarillo pálido, le permite confundirse con un refresco o una jalea, incluso si se le añade nitroglicol o nitrocelulosa para estabilizarlo. Los expertos españoles en explosivos consultados dudan que fuera la sustancia elegida, por inestable. En cambio, es fácil de hacerla estallar, con un petardo de feria introducido en la sustancia o con una fuerte descarga eléctrica, procedente, por ejemplo, de la batería de un ordenador portátil.

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El nitrometano, utilizado en el aeromodelismo y sintetizado por primera vez en 1872, normalmente es estabilizado con algún tipo de sustancia gelatinosa o poliaminas. Éste explosivo, algo más estable, requiere, según los expertos, el uso de un detonador para hacerlo estallar, y, a su vez, una fuente de alimentación, como la batería de un móvil. Éste fue el explosivo utilizado en 1995 en un atentado terrorista contra un edificio gubernamental en Oklahoma City (Estados Unidos), en el que murieron 168 personas.

El tercer candidato es el TATP, ampliamente utilizado por los terroristas islamistas, y empleado en los atentados de Casablanca (Marruecos) y del 7-J en Londres. Uno de los detenidos durante las pesquisas del 11-M tenía en su poder la fórmula para fabricar este compuesto, más conocido entre el islamismo más radical como la madre de Satán. Puede presentar dos aspectos: seco y pulvurulento, lo que lo hace extremadamente inestable, o gelificado con agua o acetona, que lo hace más estable.

El TATP fue usado por primera vez con fines terroristas por la organización palestina Hamás en 1997. El atentado de Casablanca fue cometido con este explosivo, mezclado con un 20% de nitrato de amonio y estabilizado con aceite de ricino, que se pueden comprar fácilmente. Israel asegura que ha inventado un dispositivo, similar a un bolígrafo, para detectar este explosivo, pero los expertos consultados lo desconocen. Durante la investigación de ese atentado, se hallaron 900 botellas de agua con los tres compuestos básicos del TATP (acetona, agua oxigenada y ácido sulfúrico) y "frascos de esta sustancia en un frigorífico", con aspecto gelatinoso.

Sólo existe un precedente de planes de atentados en aviones con explosivo líquido, basado en un peróxido: el terrorista libanés de Hezbolá Mohamed Alí Hammadi fue detenido el 13 de enero de 1987, cuando intentó embarcar en el aeropuerto de Frankfort con las maletas repletas de explosivo líquido. El año pasado fue liberado, pese a que estaba condenado a cadena perpetua por el secuestro durante 17 de un avión de la TWA en 1985, en el que fue asesinado el buzo estadounidense Robert Dean Stethem.

Un pasajero en el aeropuerto londinense de Heathrow acarrea una  bolsa de plástico como equipaje de mano.
Un pasajero en el aeropuerto londinense de Heathrow acarrea una bolsa de plástico como equipaje de mano.AP

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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